José Francisco Peña Gómez, el más grande líder de masas de la historia dominicana, si hubiese sobrevivido al cáncer que lo llevó a la tumba, cumpliría este lunes 86 años.

Nacido el 6 de marzo de 1937, apenas unos meses antes de que la dictadura de Trujillo iniciara el llamado corte contra los haitianos que habían migrado al país para cortar caña, José Francisco Peña Gómez es el mas vivo ejemplo de superación y de grandeza. Marcado por la adversidad, estudió y se convirtió en uno de los políticos que más amó su patria. Sobrevivió las dificultades e intrigas en un partido que necesitaba un liderazgo democrático, y fue él quien lo encarnó y llevó ese partido al poder en 1978, en 1982 y le tocó tomar las decisiones históricas para que el PRD alcanzara el poder en el año 2000. Nunca pudo ser presidente de la República, que bien merecida se tenía su elección, pero fue víctima de un fraude electoral mayúsculo en 1994, y actuó fundamentalmente el racismo, el odio y la envidia política para impedir que alcanzara el trono que otros, con menos méritos que él, habían logrado con su ayuda.

Peña Gómez surgió de las entrañas mas empobrecidas y marginadas del pueblo dominicano. Ha sido el político que mayor proyección global le ha dado al país, y falleció con apenas 61 años, el 10 de mayo de 1998, víctima de un cáncer.

Los políticos que se afanan por crear partidos con relevancia histórica, y por colocar su nombre en la historia democrática, sufren las consecuencias de la sinrazón y del propio drama de la historia, que les impide completar el propósito que se trazaron. Peña Gómez murió siendo un hombre joven, con muchos méritos acumulados y con un liderazgo indiscutible. Fue el alcalde del Distrito Nacional y su gobierno local representa un antes y un después en el gobierno de la capital.

Han pasado 25 años de la muerte de José Francisco Peña Gómez. El partido que legó a sus compañeros y seguidores alcanzó el poder en el 2000, sólo por 4 años, y desde entonces se fraccionó y hoy es una entidad pequeña y representa poco en las decisiones políticas y en el debate.

Del fraccionamiento del PRD surgió el PRM, que ahora está en el poder, y que reivindica la figura de José Francisco Peña Gómez, como si su ideal de gobierno lo representara el pensamiento socialdemócrata y peñagomista.

Desde la muerte de aquel líder muchas cosas han cambiado en el mundo y en el país. También desaparecieron los líderes que se enfrentaron y compartieron momentos, debates y crisis en la sociedad dominicana. Incluso, los que se convirtieron a Peña Gómez en víctima también se marcharon: Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, Antonio Guzmán.

En un escrito del 20 de febrero de 1973, 4 días después del fusilamiento de Francisco Alberto Caamaño, Peña Gómez escribió un artículo dirigido al líder militar de la revolución de abril y la resistencia a la intervención militar de los Estados Unidos.

“Ahora que estás muerto y que tus botas andariegas no miden ya el espinazo de la montaña, sólo puedo prometerte, amigo mío, luchar por la patria y por la gloria de tu nombre y de todos los que se fueron antes que tú galvanizados por el mismo ideal de justicia, mientras tanto solo me resta decirte: Adiós Francis Caamaño, mártir de la libertad”.

Ojalá que 25 años después de su muerte José Francisco Peña Gómez encuentre tranquilidad en su reposo, con políticas públicas consecuentes y afinadas en la corriente socialdemócrata, como él siempre deseó para su país, de parte de sus seguidores que hoy gobiernan y que sustentan su actividad en la memoria de un líder de tantas virtudes como Peña Gómez.