Hoy es un día especial para los empleados públicos y privados. De acuerdo con lo anunciado por el presidente Luis Abinader, a partir de este lunes el gobierno comenzará a entregar la regalía pascual a los empleados del sector público, sobre las 700 mil personas, que sumaría un monto en dinero líquido de 27 mil millones de pesos.
El impacto que esta regalía tiene sobre la economía familiar y personal es muy importante. El salario 13 es probablemente el más esperado de todos los salarios del año. Es el aguinaldo, el monto que se destina a cubrir actividades y compromisos extraordinarios. Es también un dinero ansiado por los negocios y empresas, que crean programas especiales de compra y de inversión para captar una buena parte de esos fondos.
Diciembre es también el mes en que el sector privado entrega el bono navideño a sus empleados. Es mucho más el monto que entrega el sector privado que el público, porque son más los empleados y mayores los salarios.
Tanto los empleados del sector público como los del sector privado deben proteger su economía, cuidar el estatus de sus finanzas, sus créditos controlados y manejables, y sus inversiones con la mayor rentabilidad posible. La mayor preocupación de las personas se centra en el aumento de los ahorros para adquirir viviendas, o para mejorar las que tienen, o destinar los recursos para acomodar su transporte privado, o para atender necesidades de educación de sus hijos o asuntos relacionados con la salud.
A partir de este día hay que tener los ojos abiertos. Proteger tanto como sea posible los recursos recibidos, convertirlos en inversión rentable y no necesariamente en consumo arbitrario, sin responder a una lógica utilitaria.
Hay especialistas en manejo de dinero y en hacer que el dinero rinda tanto como sea posible. No es lo mismo ofrecer consejos a familias con necesidades resueltas, o en sociedades donde la salud, la educación, el transporte, por ejemplo, corren por cuenta del Estado. No es igual en República Dominicana.
Las familias acumulan muchas necesidades. Y las inversiones tienen que hacerse en las urgencias, porque no aguantan esperar otros vientos de navidad. Sin embargo, es posible que todo cuanto se invierta -además de pagar deudas y compromisos contraídos- sea para aumentar la inversión, acumular recursos para cuando lleguen los meses difíciles, que generalmente a todos nos llegan, especialmente los primeros seis meses del próximo, cuando habrá elecciones municipales, congresuales y presidenciales.