Por segunda vez en un corto periodo, Eléonore Caroit ganó la diputación de los franceses del extranjero para América Latina. Fue por un fallo técnico en el modo de votación por internet que el Consejo Constitucional francés anuló las elecciones de dos diputados elegidos en el mes de junio de 2022, la diputada para América Latina y el Caribe y el diputado por el Magreb, África del Norte y del Oeste.
Esos dos legisladores tuvieron que dejar sus curules en la Asamblea Nacional francesa, hacer campaña de nuevo y volver a presentarse frente al escrutinio del electorado de sus respectivas regiones con condiciones políticas muy diferentes de las de hace nueve meses.
Al ser candidata de la mayoría presidencial y miembro del partido del presidente Emmanuel Macron, la candidata corría el riesgo de cargar con el disgusto que agita la sociedad francesa con la nueva ley sobre las jubilaciones.
En 2022 la joven candidata logró por su presencia, el contenido de su programa, su figura refrescante y las promesas de una campaña sin fallas, concitar apoyo alrededor de su figura.
En esta segunda ronda pasó, con la gran habilidad que la caracteriza, del papel de diputada al de candidata. Pudo hacer una campaña basada sobre sus logros. Fue gracias a la intensa actividad que desarrolló desde su curul, sus méritos probados y su forma de comunicar durante los siete meses de su primera diputación que pudo presentarse de nuevo ante sus electores. Su breve e intensa actividad en la cámara le permitió llamar la atención de la clase política francesa, demostrar su trabajo y talento.
Ganó porque tiene una excelente formación, no le teme al trabajo; tiene talento y, lo más importante, sinceridad y buena voluntad. Eléonore Caroit hace parte de una nueva generación preocupada por su país, ligada intrínsecamente a la región del mundo donde se ha criado, a la República Dominicana, país de su madre.
Producto del siglo XXI tiene una visión global que la hace trabajar para sacar América Latina del olvido en que ha caído de parte del ejecutivo francés y colocar la región en la agenda presidencial. Es una franco dominicana, una francesa del extranjero, una dominicana en el alma y una ciudadana del mundo.
Sus secretos son la cercanía, la proximidad, la capacidad de escuchar, la disponibilidad, el deseo férreo de aportar soluciones con eficacia y competencia, una voluntad indomable y, como buena abogada que es, la capacidad de convencer siempre con una sonrisa.
Escogió sus primeras batallas a la escucha a sus interlocutores: las cuentas bancarias de los franceses del extranjero, los problemas de las redes de liceos franceses en el mundo, entre otros. Como madre preocupada por el futuro de sus dos hijos y ciudadana ha escogido también el tema medioambiental como prioridad.
La nueva diputada es una persona de retos y desafíos. Desde niña siempre ha querido ir más allá, vencer retos pequeñitos cuando era pequeña y luego retos siempre más grandes: no le tiene miedo a los desafíos que sortea con pragmatismo. Lo ha demostrado ampliamente en este último año.
Este esfuerzo es un esfuerzo familiar. Eléonore es mujer, esposa y madre. Es la “star” de sus dos hijos y tiene el apoyo total de su esposo que le brinda una valioso asistencia y participa de sus éxitos al igual que toda su familia, lo que le brinda seguridad y fortaleza.
También sabe aprovechar las coyunturas y tiene, sin lugar a duda, una visión de futuro, un plan de vida y de accionar político que todavía nos podría sorprender.