Las simpatías personales entre Luis Abinader, presidente dominicano, y Mohamed Irfaan Ali, presidente de la República Cooperativa de Guyana, no solo ha dado pie a los acuerdos que se acaban de firmar entre los dos gobiernos. También ha abierto una posibilidad de acercamiento entre la República Dominicana y la Comunidad del Caribe (Caricom), que siempre ha mantenido sus reservas sobre las relaciones con nuestro país.
Los desencuentros dominicanos con Caricom vienen de lejos, y muchos de ellos están relacionados con nuestras complejas relaciones con Haití. A los ojos del Caricom nuestra política exterior y las decisiones que se han adoptado sobre la migración histórica haitiana, no se corresponden con el tratamiento adecuado y justo. Nuestras respuestas han ido en el mismo tono agrio, argumentando que los Estados que conforman el Caricom no son receptores, ni han querido serlo, de nacionales haitianos que buscan mejorar sus condiciones de vida.
La última gran discusión con el Caricom tuvo que ver con la emisión de la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que generó rechazo en esferas internacionales y que motivó críticas ácidas contra la República Dominicana, que convencieron al gobierno de elaborar y consensuar la ley 169-14, de regularización de los haitianos en el país.
En los años 2014 y 2015 fue un tema de mucho debate. Y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, consideró "inaceptable" la política migratoria dominicana porque a los descendientes de haitianos nacidos en el país "se les niega la ciudadanía por cuestiones étnicas o por sus orígenes nacionales”.
Danilo Medina, entonces presidente, dijo en Cuba en medio de una reunión de Celac lo siguiente: “Yo le quiero pedir señor Ralf que gobierne en San Vicente y Granadinas y a la República Dominicana le permita que gobernemos nosotros. Nosotros no aceptamos de ninguna manera que usted quiera imponerse a la soberanía de un Estado democrático que tiene instituciones que respetar”.
El Caricom tiene su sede en la capital de Guyana, la ciudad de Georgetown, y en los próximos meses el presidente de Guyana asumirá la presidencia del Caricom.
República Dominicana está dando pasos positivos en dirección a mejorar sus relaciones con todo el Caribe, y no solamente con con las Antillas Mayores.
Caricom está integrado por 15 naciones, que tienen voto en los organismos internacionales y que son una fuerza política y económica al actuar de manera conjunta. Estamos hablando de los países miembros de pleno derecho del Caricom, que son: Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago (las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Turcas y Caicos son miembros asociados).
Las Bahamas pertenecen a la Comunidad pero no al mercado común creado en su seno, mientras que Aruba, Colombia, Curazao, México, Puerto Rico, República Dominicana, San Martín y Venezuela son países observadores.
Las posibilidades de relaciones comerciales con todas esas islas y naciones están abiertas para un país cercano como la República Dominicana. No somos miembros, y tal vez no debamos intentarlo, pero sí es bueno que exploremos acuerdos que sean beneficiosos mutuamente, como acabamos de concertar con Guyana.
No es descabellado pensar en un área de trabajo económica, fundamentalmente, que podría derivar en un derrumbe de muros que evitan nuestro contacto y nuestras relaciones comerciales con el interno más próximo geográficamente.