El Bank of America ha dado la voz de alarma, y no es para menos: Ha dicho que hay señales crecientes de que la economía de Estados Unidos está a punto de entrar en una recesión en toda regla.
Para sostener su tesis, ofreció gráficos sobre áreas de la economía en que se pone en evidencia el preocupante ritmo de la mayor economía del planeta:
Decaen la manufactura y el mercado laboral, y los inversores no están prestando atención a los riesgos. "Los inversores son demasiado optimistas sobre los recortes de tasas y no lo suficientemente pesimistas sobre la recesión", de acuerdo con el Bank of America.
La actividad manufacturera se reduce un 46.3 por ciento, de acuerdo con los gráficos. Las ganancias en manufactura se reducen casi en menos un 14%, y el modelo de ganancias globales caen en -16% en agosto del 2023, y para el 2024 se preve una caída de la misma dimensión.
Otras señales resultan preocupantes: El aumento de la curva de rendimiento suele preceder a una recesión, y los precios del petróleo vienen dando señales de recesión desde hace algún tiempo, pero con aumentos consistentes que se han mantenido en altura.
El mercado laboral también está siendo afectado, siguiendo el mismo sendero de la manufactura. Los precios mundiales de las viviendas están cayendo hasta un 14% en algunos lugares, y esta es otra señal de la entrada de una recesión, según el Bank of America. Se prevé que una crisis crediticia podría dañar el mercado laboral, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. Esa crisis comenzó en el 2020 y se mantiene aún en el 2023.
Los préstamos bancarios europeos han comenzado a caer en el 2021, lo que reduce la actividad financiera y afecta áreas vitales de la economía.
Y no solamente el Bank of America ha dado señales de preocupación. Nouriel Roubini, el más asertivo economista en predicciones de crisis lo ha advertido también. Ha criticado duramente las políticas monetarias de aumentos de las tasas de interés para frenar la inflación:
Los bancos centrales no deben caer en el autoengaño de creer que todavía pueden lograr tanto la estabilidad de precios como la financiera mediante algún tipo de separación (elevar las tasas para luchar contra la inflación y, al mismo tiempo, inyectar liquidez para mantener la estabilidad financiera). En una trampa de la deuda, el aumento de las tasas no hará más que alimentar crisis sistémicas de la deuda que la inyección de liquidez no bastará para solucionar.
Estas predicciones preocupantes afectan en especial a los países occidentales que encabezan el capitalismo. Para este año, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, las dos economías de mayor crecimiento serán las asiáticas China y la India, con porcentajes muy por encima del 5%, cuando países como Estados Unidos crecerá 1.6%, Alemania -0.1%, Francia e Italia 0.7%, España 1.5%, Japón 1.3%. La India es el país con previsión de mayor crecimiento durante el 2023 con 5.9%, seguido de la República Popular China, con 5.2%.
Ahora que hablamos de elecciones, de preferencias electorales, habrá que pensar en apretarse los cinturones y seguir tomando medidas racionales para evitar el despilfarro, y que los politiqueros se adueñen del control de las finanzas públicas, como lo han hecho en anteriores ocasiones. Sería una hecatombe institucional, política y económica.