Las condiciones en que falleció el periodista Conde Olmos Golibart remiten a las precariedades institucionales y materiales del sistema de salud de la República Dominicana.

Oportuno ha sido el estudio realizado por la Alianza por el Derecho a la Salud, que se acaba de dar a conocer, analizando la situación y retos del II Nivel de Atención en la Salud de la RD. Una investigación exploratoria sobre los hospitales generales municipales y provinciales.

El primer nivel de atención ofrece servicios ambulatorios, principalmente preventivos y tiene baja capacidad resolutiva.

El segundo nivel es el más relevante, pues ofrece los servicios que incluyen hospitalización, consultas especializadas, análisis de laboratorios, atenciones a partos cirugías, vacunación y odontología.

El tercer nivel presta servicios altamente especializados: Pediatría, ortopedia, oncología, cardiología, obstetricia y ginecología, neurología y medicina interna.

Los tres niveles de atención están bajo la rectoría del Servicio Nacional de Salud.

El estudio de ADESA dice que hay 122 hospitales en todo el territorio nacional, que operan con un pronunciado déficit de especialistas en áreas como la cardiología, endocrinología (diabetes) y oncología (cáncer). En 50 hospitales hay 36 cardiólogos, casi todos en el Distrito Nacional, Santiago, Santo Domingo y Monte Plata. El 66 por ciento de los hospitales no tienen especialistas del corazón, pese a que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el país, y estas afecciones afectan a casi un tercio de la población.

Los servicios de oncología están en peor situación. De los hospitales investigados solo 4 tienen a profesionales de esa rama. El 82 por ciento de los hospitales carece de servicios de endocrinología.

Los hospitales promedio tienen una capacidad de 29 camas, y la ocupación es de un 58 por ciento. Atienden por día, cada hospital, 212 personas, lo que significa una subutilización de las instalaciones hospitalarias. Esto desmiente la idea de que hacen falta más hospitales.

El personal de los hospitales d se distribuye de este modo: 40 por ciento área administrativa, 28 por ciento sector médico, 27 por ciento personal de enfermería, y 8 por ciento personal de laboratorios. Del personal de enfermería solo el 30 por ciento tiene título universitario.

La política partidaria también está presente en los servicios de salud. De los 50 hospitales estudiados 48 tienen nuevos directores designados en la presente administración.

El 92 por ciento de los hospitales carece de ambulancia. Quien tiene que ser trasladado a otro centro asistencial debe buscar sus propios medios para hacerlo, sin seguridad ni asistencia.

El 92 por ciento de los consultados entiende que lo principal es la crisis financiera, y en segundo lugar el suministro de equipos y otros insumos, quedando para el tercer lugar la deficiente entrega de medicamentos.

¿Quiénes son las personas que acuden a los hospitales a buscar atención? Eso también resulta relevante: Son pobres y son mujeres. El 73 de los usuarios de los servicios en los hospitales tiene rostro femenino, y acuden a los hospitales por extrema necesidad, porque no pueden acudir a otro lugar. Dos tercio de los que acuden proceden de los estratos sociales de bajos ingresos y son de barrios y campos muy empobrecidos.

Otra cosa, muy importante, que tal vez explica la baja ocupación de las camas disponibles, es que en estos hospitales se registra un deterioro progresivo de la calidad de atención en salud. Ese deterioro es lo que muestra la profunda crisis en que se encuentra el sistema hospitalario dominicano, y también explica lo que explicó Vianco Martínez, periodista, cuando dijo las palabras finales ante el féretro del también periodista Conde Olmos Golibart: que el sistema de salud trató a este ciudadano como si se tratara de un perro.