La denuncia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), contra las investigaciones y actuaciones penales del Ministerio Público por actos de corrupción perseguidos de la pasada administración ponen en evidencia algunas sutilezas y posturas que no son congruentes con un partido político moderno.

Plantear que el Ministerio Público desea destruir al PLD, y que trabaja por la reelección de Luis Abinader, es consistente con el rechazo del combate a la corrupción.

El PLD siempre planteó, de palabra y en sus documentos, que era contrario a los actos de corrupción y que había que combatir ese flagelo. Leonel Fernández siendo presidente de la República dijo que los actos de corrupción en su administración eran insignificantes y marginales, nunca relacionados con la corrupción estructural y con aquella que era respaldada o permita por las altas instancias del gobierno. Danilo Medina hizo lo mismo. Prometió el combate a la corrupción, hasta con las denuncias y rumores, y que separaría a los funcionarios denunciados si sus respuestas no eran creíbles.

Todo el proyecto político y presidencial del PRM y de Luis Abinader se sustentó en el combate a la corrupción. El programa de gobierno se planteó realizar un cambio y volver el gobierno a la transparencia.

El ejemplo en que Luis Abinader sustentó su campaña, y recibió apoyo colectivo, fue la impunidad que se garantizó en el caso Odebrecht, con 14 apresados y acusados inicialmente, pero en que resultó condenada solo una persona, por la debilidad del expediente y por las faltas de diligencia de la Procuraduría General de la República.

No es posible acusar ahora al Ministerio Público de actuar políticamente. Desde que fue designada Miriam Germán Brito como Procuradora General de la República, y a su lado fue juramentada Yeni Berenice Reynoso, como Procuradora General Adjunta, directora de Persecución, estaba claro que ese aspecto sería central en este gobierno.

La designación de Carlos Pimentel como director de Compras y Contrataciones fue otro elemento notable. El presidente le dijo al país que el Ministerio Público sería independiente y que no habría perdón por corrupción a favor de nadie. Abinader dijo que tenía compañeros y allegados, pero no cómplices.

Los familiares de Danilo Medina han sido investigados y apresados. El jefe de la escolta presidencial de Danilo Medina, Adán Cáceres, y otros socios y relacionados, también fue apresado y puesto en las rejas. Los cuñados y negociantes relacionados con la familia de la primera dama del pasado gobierno también están procesados. El Procurador General de la República de Danilo también fue apresado. Ahora el candidato presidencial del PLD, y ministro de Obras Públicas de Danilo, fue apresado y está acusado, junto a su ministro Administrativo, y a su ministro de Hacienda, y otros vinculados, han sido apresados.

No puede ser una sorpresa para el PLD que las investigaciones continúen. La permisividad y la tolerancia fueron muy amplias en la pasada administración. Como el PLD no cumplió sus promesas de combatir la corrupción alguien tenía que hacer algo y ganarse el apoyo popular por eso. El presidente Abinader designó fiscales responsables y la Procuraduría General de la República ha cumplido con su deber. Si esas acciones ofrecen unas ventajas políticas y electorales será para beneficio del que lo ordenó. Y eso no está mal.

El PLD al rechazar la persecución de la corrupción está defendiendo, porque están en sus filas o actuaron en un gobierno suyo, a los imputados de corrupción. Con actuaciones como esas no se gana adeptos, ni se obtienen ganancias políticas. Se movilizan unos cuantos que fueron beneficiarios de aquella gestión. El PLD, sin embargo, se reitera en el apoyo a la corrupción y en la defensa de personas que tienen pruebas muy sólidas en su contra.

El PLD tiene que mirar el momento político. Las elecciones del próximo año lo colocan en su peor momento. Un partido que se desgaja y se dispersa. Un candidato presidencial con pocas perspectivas. Ese es el cuadro que tiene en este momento el PLD.

Al parecer Leonel Fernández está abriendo las puertas de Fuerza del Pueblo para recibir a los desencantados del PLD y los está tratando de inscribir para Inflar un padrón de afiliados que supuestamente ya llegó a 1.5 millones de miembros. No es bueno el cuadro que el PLD está ofreciendo.