La muerte de Juan Luis Pimentel es motivo de congoja y lamentos, que van desde las organizaciones barriales y populares, hasta las académicas, pasando por las municipalistas y los organismos internacionales.

Juan Luis Pimentel fue un militante de izquierda desde muy joven. Militó en el Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS), en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y desde sus posiciones ideológicas quien le conocía percibía de inmediato su inteligencia y capacidad.

Juan Luis Pimentel era diferente, porque además era agudo, perspicaz, abierto al debate y a las opiniones diversas, además era solidario y un joven profundamente tierno y cariñoso, cargado de una humildad a toda prueba. Solo quienes sabían de sus carencias económicas y de vida, podían aquilatar los sacrificios que sus padres habían hecho para forjar un temple de la calidad humana de Juan Luis Pimentel.

Su padre, Adriano, era el secretario del Departamento de Comunicación Social de la UASD. Su madre Tina era otro ser adorable, que completaba el entorno de la sabiduría y el conocimiento popular que Juan Luis transformaba en teoría para la vida y la transformación de las estructuras de explotación.

Juan Luis Pimentel dejó de creer en la ideología de la revolución, y concibió la tesis de que la revolución estaba en la base de la sociedad, donde había que trabajar profundamente con las personas. Asumió el municipalismo, se insertó en la academia, realizó trabajos de planificación estratégica, colaboró con todas las instituciones que pidieron su servicio, entre las que se encuentran universidades, organismos internacionales, la Federación de Municipios, gobiernos locales.

Nunca renunció a su compromiso con esa transformación. A veces se escondía o desaparecía por un tiempo, pero siempre retornaba, con ideas y propuestas. Por eso no es extraño que tanta gente lamente su partida, cada quien desde vivencias distintas con Juan Luis Pimentel.

Unos lo recuerdan como el teórico, el académico, el buhito, el planificador, el maestro, el crítico, el lector, el consejero. Era un hombre con una honestidad superior. Hasta sus propios pecados los confesaba públicamente, sin ánimo de malicia.

En Acento, que le conocimos y le quisimos desde nuestras tempranas edades, lo recordamos con el cariño y el respeto que un hombre de su talla merece.

Algunos mensajes sobre la muerte de Juan Luis Pimentel:

Alina Bello: Descansa en paz amigo Juan Luis Pimentel , ya estás junto a Tina y Adriano a los que tanto quisiste y cuidaste. Hoy somos más pobres como país al perderte. Mis condolencias a Lucía y a Jorge Luis. Luz a tu Alma en el retorno al Hogar Celestial!

Eduardo Díaz Guerra: Mal, porque no puede ser de otra forma. Que te tocó a ti primero, como antes, a Omar. Extrañaré tu absoluta lucidez, tus extraordinarias maneras de burlarte de todo y quedarte igualito… Tú fuiste de los primeros en darse cuenta de qué éramos y a qué estábamos condenados, a contrapelo de quienes "creíamos" (todavía). Eso, esa forma de mirar el horizonte político con capacidad de lectura ideológica 20-20, te llevó a despreciar la dirección partidaria y a depositar en la municipalidad la (casi) única posibilidad de que se pudiera hacer "algo"… ¿Quién lo hubiera imaginado? ¡La municipalidad, planteada por Duarte, siendo reivindicada por ti hace decenas de años, cuando prácticamente nadie tenía idea de lo que "eso" significaba! Como dijo uno de tus amigos más cercanos, el mundo es menos mejor sin ti, Juan Luis… y a quienes quedamos, suframos valientemente. Confío en que a Dios le sea placentero conversar contigo, amigo querido.

Ayacs Mercedes Contreras: Ha fallecido Juan Luis Pimentel. Uno de los más lúcidos pensadores de nuestro país. Hombre visionario, irreverente y comprometido. Harás tanta falta.

David Alvarez Martin: Hoy murió mi hermano Juan Luís Pimentel. 41 años de amistad. Solidario conmigo en momentos muy difíciles. El mundo es más triste sin él.

Ramón Tejada Holguín: No recuerdo cuál de ellos le puso a Juan Luis "buhito", así le decíamos en los 90 Omar, Dundo, Bolívar y un grupo de amigos. Se supone que el apodo venía porque el búho tiene fama de sabio. Un día Omar, que hoy anda por los mismos lugares que Juan Luis, durante una de esas acaloradas conversaciones sociopolíticaeconómicas que nos gastábamos, le dijo al buhito, te llamamos así por feo, no por sabio.

José Carlos Nazario: Esta mañana se fue del mundo Juan Luis Pimentel. No quiero creerlo. Amagó tantas veces hasta que nos dio el dolor de su partida sin adiós. Era ser humano extraordinario. Un gran amigo. Acucioso y maestro del conocimiento empírico, teórico y técnico. Sus muchas vidas lo llevaron a ser mentor de varias generaciones, asesor fantasma de figuras de primer orden, arquitecto de la municipalidad, activista social y humanista. Un pensador político en los márgenes, fuera de liga.

FEDOMU: Sus aportes, en calidad de representante de FEDOMU, en el Consejo del Fideicomiso DO Sostenibles, fueron invaluables. Un conocimiento profundo de la municipalidad y del manejo de residuos sólidos, con una sapiencia que ayudó a que se avanzaran los procesos con mucha celeridad y calidad.

CONANI: El país pierde con él un infatigable investigador y promotor de importantes causas sociales. Fue hacedor de ideas y procesos relevantes, en varias vertientes del quehacer político y social de nuestro país.

Roberto Valentín Guerrero: Acerca de este hombre, que se nos ha ido físicamente, relativamente joven, acerca de este hombre podemos afirmar: El intelectual y el amigo se quedan con nosotros, para siempre.