El Ministerio de Trabajo anunció que las mujeres y hombres que ejercen el trabajo doméstico será incluidas en una resolución para hacer valer sus derechos laborales.
Según explicó el ministro de Trabajo, Luis Miguel Decamps, se establecería que la jornada del trabajo doméstico no podrá ser mayor de ocho horas diarias, ni mayor de 44 horas semanales.
Asimismo, se obligaría a los patronos a dar un descanso obligatorio de no menos de nueve horas.
La resolución mandaría también que el salario para el trabajo doméstico no podrá ser inferior al salario mínimo que para este sector dicte el Comité Nacional de Salarios (CNS). Se da por hecho que se obligaría a los patronos a pagar a estos empleados el sueldo trece o bonificación navideña.
Mucho se apela al mercado. Pues bien, que se pague y se compense esta labor tan importante por lo que vale.
Las vacaciones estarán garantizadas por el mandato del Código de Trabajo. A mayor cantidad de años en el lugar de trabajo, mayor tiempo de vacaciones.
Las trabajadoras y trabajadores domésticos también deberán de ser afiliadas a la seguridad social, para contar con un seguro de salud y un plan de pensiones.
Es de justicia apoyar que se garanticen los derechos de las personas que hacen la importante labor del trabajo doméstico. Se trata de las personas que cuidan de niños y de ancianos, que se encargan de las labores de limpieza de las viviedas, preparación de alimentos y, en muchos casos, lavar y planchar la ropa de toda la familia. Es una carga pesada y mal pagada.
Se podrá alegar que entre los beneficios del trabajador/a doméstico se incluyen contar con una habitación y comida sin costo. Se olvida que contar con el empleado disponible las 24 horas es una ventaja para el empleador, que puede requerirle servicios de día no de noche. Asimismo, si no se le dejara comer en la casa, sería obligatorio permitirle salir para desayunar, almorzar y cenar.
Mucho se apela al mercado. Pues bien, que se pague y se compense esta labor tan importante por lo que vale. Quien no esté dispuesto a pagar lo justo, que prescinda de contratar trabajadores domésticos. A quienes piensen que este servicio se encarecerá, que reflexionen si podrían asumir esta pesada carga al unísono con sus labores productivas fuera de casa.