Los partidos políticos están empeñados en resolver los temas de las candidaturas municipales, y en la medida de sus posibilidades, ir definiendo alianzas para presentar candidaturas al Congreso Nacional que les puedan garantizar éxito en las elecciones de febrero y de mayo del 2024.

Todas las negociaciones se hacen posibles en estos procesos. Los partidos formulan alianzas y pactan candidaturas, partiendo de que sus miembros y dirigentes queden bien posicionados en las curules del Congreso y en las elecciones municipales.

No pueden olvidar los líderes de los partidos, que a nivel local los candidatos realizan alianzas, y alcanzar mejorar sus niveles de aceptación con el clientelismo político y con el dinero en abundancia, muchas veces obtenido de forma fraudulenta.

Todos los partidos están en la obligación de presentar candidatos idóneos, personas con ética, formación y compromiso, que no acudan a las posiciones gananciosas a hacer negocios, a traficar influencias o a buscar ventajas personales.

Los partidos tienen que evitar que narcotraficantes o personas de dudoso comportamiento en relación con las drogas, de cualquier naturaleza (tráfico, consumo, lavado de activos) tengan acceso por su vía a mecanismos donde se tomarán decisiones relevantes. Ya el país ha sido testigo de varios casos, que han debido costar una vergüenza muy grande para todos y un debilitamiento de nuestras instituciones, y no es posible que así ocurra.

Los partidos deben evitar que personas vinculadas con actividades nocivas, de empobrecimiento de la población, promotores del vicio y la adicción (ludopatía) alcancen posiciones en el Congreso Nacional. Son muchos los riferos y promotores de negocios ilegales los que están identificados, incluyendo incumplimiento con la ley. Estos señores no debían ir al Congreso Nacional, porque se ocupan de proteger sus intereses particulares y forman asociaciones con otros legisladores del mismo negocio, independientemente de sus diferencias partidarias, y actúan como un bloque.

Algunos partidos han prometido que evaluarán a sus aspirantes antes de proponerlos al electorado. Es bueno que lo hagan, que los cuestionen, se enteren del origen de sus fortunas, y no busquen candidatos que tengan acceso a recursos para cubrir la campaña electoral.

Esa tendencia ha dado pie a la existencia de legisladores sin ningún tipo de compromiso social y político. Incluso, parece que hay hasta trujillistas en las cámaras legislativas, que abiertamente han lanzado vivas al dictador y sátrapa. Imposible que esto ocurra en partidos democráticos, como los que se supone tenemos en nuestro esquema democrático y se financian con el dinero del pueblo dominicano.

Es necesario que los partidos respeten las posiciones electivas y escojan personas dignas y que merezcan ocupar las curules del Congreso y los ayuntamientos.