Celebramos con entusiasmo el tercer triunfo de Argentina de un mundial de futbol, en esta ocasión con el liderazgo de Lionel Messi y sin ninguna duda sobre la derrota de Francia. Triunfo que ocurrió sin militares en el poder en Argentina, sin la llamada “Mano de Dios” con Maradona, y con un presidente Alberto Fernández que prefirió quedarse en su casa, en Buenos Aires, y celebrar que Enmanuel Macron encabezada la representación política global, incluyendo a los argentinos en Qatar.

Debemos lamentar y llorar la muerte del médico neurólogo José Silié Ruiz, un profesional excepcional, educador y continuador de una tradición familiar de extraordinaria calidad y capacidad, además de padre de abogadas de gran trayectoria y calidad profesional. Su deceso sorpresivo deja una estela de luto de llanto, entre los que nos incluimos en Acento, porque José Silié Ruiz y su familia fueron y han sido parte de los aliados importantes con los que hemos contado para nuestro ejercicio profesional.

Nos inquieta la tendencia -que rechazamos- de la llamada mano dura en agentes de la Policía Nacional, que en el desempeño de sus funciones retuercen su rol para asesinar ciudadanos que debían responder ante la ley por sus hechos. Es la justicia, los jueces, los tribunales, lo que deben decidir si alguien guarda o no prisión por la comisión de hechos delictivos. Los agentes policiales deben actuar preventivamente o disuadir a los ciudadanos dispuestos a delinquir. Nuevas muertes ocurrieron el fin de semana como consecuencia de esa tendencia policial a justificarse con “intercambios de disparos”.

La inquietud anterior está sustentada en las muertes de ciudadanos que la policía identifica como presuntos delincuentes. Y en días anteriores murieron varios: el ciudadano santiaguense Daniel Antonio Rodríguez. También las muertes de Adrián Antonio Rodríguez Torres, Raudy Eliezer Soriano, Steven Betances Lachapel,  Eric Ramón Pérez Germán, Jeffrey Bienvenido Rosa Ferreras y Milesy La Pólvora. Reclamamos que el Ministerio Público investigue esas muertes, revise los expedientes elaborados por la PN establezca responsabilidades.

Diciembre es, casi siempre, un mes con sorpresas. Un mes que arrastra igualmente tragedias. Para los dominicanos será siempre recordado el fusilamiento de Manolo Tavarez Justo y 19 compañeros del Movimiento Revolucionario 14 de Junio que se alzaron en noviembre de 1963 para reclamar el restablecimiento del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, destituido ilegalmente en septiembre de ese mismo año. Esa terrible ejecución por parte del Triunvirato ocurrió el 21 de diciembre de 1963. Siempre recordamos esos hechos como parte de la historia sangrienta e injusta contra la sociedad dominicana.