El presidente Luis Abinader encabezó este martes un encuentro con ejecutivos de medios de comunicación en el Palacio Nacional, para dar a conocer las acciones que ha emprendido la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y su director Felipe Suberví Hernández, más conocido como Fellito.

El presidente avala y cuenta con los detalles de las inversiones que el gobierno realiza en esta área para dotar de agua potable al 40% de la población dominicana ubicada en el Gran Santo Domingo, además de atender los serios problemas de las cañadas en casi todo el país.

De acuerdo con la narrativa del diálogo, el gobierno está haciendo muchas inversiones y tareas que la mayor parte de la sociedad desconoce, y entre esas inversiones y tareas se encuentra el programa de saneamiento de cañadas, para disminuir la contaminación y mejorar la calidad de vida de más de 1.2 millones de ciudadanos en el caso de la capital. Este programa también incluye cañadas en proceso de saneamiento en diversas ciudades, y todas de acueductos a ciudades con represas como Cotuí , Monción, Baitoa, Sabana y Iglesia.

Lo que viene, por la escasez de agua en general y los efectos del cambio climático, es introducir la desalinización en ciudades fronterizas dominicanas. Es lo que han realizado ciudades europeas, norteamericanas, de la República Popular China y lo que han hecho una parte de los países árabes. “La desanilización es el futuro cercano aquí”, dijo el presidente Luis Abinader, aunque ese proceso genera otro problema: ¿Qué hacer con sal que resulta de la desalinización del agua? Esa sal genera otros problemas, incluyendo la desertificación.

Suplir de agua áreas que no tienen agua, como Santo Domingo Norte y Santo Domingo Este, representa un dolor de cabeza. Se estudian opciones, como traer agua de Valdesia, para suplir Baní y San Cristóbal, además de aportar agua para el riego de los cultivos. Una gran dificultad es que los técnica y económicamente no es posible llevar agua de una cuenca a otra cuenca.

Santo Domingo Norte tiene 230 pozos, que es de donde esa zona se suple de agua. Muchos de esos pozos no funcionan, y habría que invertir para habilitarlos.

El Gran Santo Domingo recibe actualmente 421 millones de galones diarios de agua, pero hay sectores -el caso de la zona con los terrenos más caros de la ciudad- que no reciben agua: Avenida Anacaona entre la Núñez de Cáceres y la Avenida Italia. El agua que reciben es de pozos.

Lo confirmado por el presidente es que hay equipos de trabajo que están pensando preventivamente en la forma de resolver estos temas del suministro de agua potable a la Ciudad de Santo Domingo.

El otro asunto es que la CAASD parece más empeñada en dar el frente a las cañadas que a suplir de agua de calidad a los barrios y sectores necesitados. La idea la expresó Fellito Suberví: No es Posible ofrecer agua a lugares donde hay mucha insalubridad y acumulación de desperdicios.

Hay 96 kilómetros de cañadas que deben se tratadas y sanadas. En lo que va de gestión se han intervenido ya 40 kilómetros de cañadas en la capital.

Hay 4.8 kilómetros en terminación y estarían quedando 17 kilómetros para concluirse en lo que queda del 2022, mientras que el resto se estaría liquidando en el 2023.

El presidente no deja de pensar en la cañada de Guarabo en Santiago, porque afecta al Yaque del Norte. Y lo mismo ocurre con el Ozama: Para sanear el río hay que trabajar primero las cañadas. Eso mejora la calidad de las aguas, mejora la salud de las personas, permite que las personas vivan en casas con tranquilidad, sin temor a inundaciones.

“Aunque no se ve, el tratamiento de las cañadas transforma la vida de las personas, permite la creación de espacios públicos, como parques recreativos, deportivos y centros de actividades culturales”, dijo Suberví.

Toda la descripción que se ofreció es muy atractiva. El trabajo de la CAASD, más en viviendas que en agua, más en cañadas que en agua, y no deja de ser inquietante, que la entidad que debe garantizar el agua y su calidad, con abundancia, esté más entusiasmada en movimiento de tierra, varilla y cemento, y parques recreativos, que en el rol que le corresponde, de atender el tema del agua potable en la ciudad más grande del país.