Decisión correcta la del alcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, de investigar y aplicar Las correcciones necesarias ante un hecho bochornoso protagonizado por una brigada de defensa del espacio público, que abusó de un vendedor de frutas ambulante, a quien agredieron físicamente, y además despojaron de los productos de venta del ciudadano.

El video que muestra la acción de los empleados municipales de Santo Domingo Este se ha hecho viral, y la condena de de los ciudadanos al abuso ha sido amplia, tanto que el alcalde Manuel Jiménez ha debido salir rápidamente a condenar la acción y anunciar la suspensión inmediata de los empleados municipales.

El alcalde publicó un mensaje, adjunto al vídeo, en el que se expresa de este modo:

¡NO LO TOLERAMOS!

Luego de analizar este video, hemos decidido suspender la brigada que actuó en el operativo de recuperación de los espacios público; violaron el protocolo y el respeto a la persona. Se establecerá la sanción que corresponda a cada uno. ¡La ley entra por casa!

La decisión del alcalde es oportuna. Y plantea de inmediato algunas preguntas sobre la forma en que actuaron estos empleados municipales:

¿Ha ocurrido lo mismo en las actuaciones anteriores que han tenido los miembros de esta brigada de defensa del espacio público?

¿La violencia es la norma para defender los espacios municipales?

¿El despojo de mercancía para ciudadanos también ha sido norma allí donde se ha defendido el espacio público?

¿Recibieron los miembros de esa brigada de espacio público alguna orientación sobre la manera de recuperar las aceras y las calles?

Manuel Jiménez, el alcalde, dice que los miembros de la brigada violaron “el protocolo” y el respeto a las personas. ¿Qué dice ese protocolo? ¿Es posible que se de a conocer?

El gobierno municipal tiene la obligación de proteger el espacio público, pero sería interesante conocer si los empleados municipales han sido orientados para conocer que quien vende frutas en las calles, en las aceras, es una persona que desea ganarse el sustento diario sin recurrir al robo o a la violencia.

El caso puesto en evidencia por una grabación de un ciudadano que fue testigo, y que utilizó un teléfono móvil para registrar el abuso, tiene que llevar a nuevas acciones del cabildo, más allá de la suspensión de los miembros de la brigada de espacio público.

El ciudadano agredido tiene que ser compensado por el abuso, por las pérdidas, por las patadas recibidas, y debe ser ubicado en un lugar de trabajo, donde tenga derecho, por el propio ayuntamiento de Santo Domingo Este.

Los empleados de defensa del espacio público tienen que ser educados, entrenados, y conocer las consecuencias de actuar alusivamente, como autoridad, ante ciudadanos que violan el derecho a transitar de los demás.

Manuel Jiménez es una persona con conciencia social y política, y con conocimiento de los derechos ciudadanos, que en ninguna circunstancia pueden ser sometidos a maltrato ni a violencia, por más autoridad que tenga quien gobierna. Si un ciudadano violenta la ley municipal o las normas municipales puede ser informado de sus violaciones y las consecuencias que las mismas tienen, pero jamás ser torturado y despojado de sus bienes. Que se castigue a los abusadores, se repare el daño causado y se entrene el personal de espacio público para que cumplan con su trabajo de forma educada, como real autoridad.

 

Conde Olmos Golibart en el recuerdo

El sábado en horas de la mañana falleció el periodista Conde Olmos Golibart, como consecuencia de un coma diabético. Fue sepultado este domingo.

Conde Olmos sufrió las consecuencias de una afección corrosiva, silenciosa, que poco a poco va minando la resistencia de quienes la padecen.

Un gran periodista, especializado en temas internacionales, trabajó en numerosas empresas y siempre fue un gran lector, preocupado por la formación, un preocupado por la justicia, la equidad y el compromiso ético profesional.

Siempre estuvo dispuesto y preparado para acompañar los proyectos más innovadores, aunque la partida temprana de su madre, Celeste Golibart, lo dejó duramente golpeado, desencajado en ocasiones, y no era del temperamento de buscar ayuda o apoyo de los amigos o de los organismos estatales o profesionales responsables de proteger a los periodistas.

Vianco Martínez, periodista y amigo, dijo las palabras de despedida del cuerpo de Conde Olmos, y relató que el sistema de salud no actuó a la altura de las circunstancias para defender la vida de este profesional. Hubo que hacer un viacrucis para defender el último hálito de vida del periodista, falleciendo el sábado en el Hospital Salvador B. Gautier.

Nuestra solidaridad con la familia de Conde Olmos Golibart, nuestro recuerdo afectuoso y sincero para el amigo inquieto, intelectualmente siempre activo, y ejemplo del buen periodismo.