"El mercado de valores está experimentando una rotación que se esperaba hacía tiempo. Los inversores están sacando el dinero de las grandes tecnológicas que han tenido buenos resultados y moviéndolo a otras áreas del mercado", corroboró en una nota el analista Glen Smith, de GDS Wealth Management, a CNBC.
Los inversores también se preparan para un potencial cambio de ciclo político, dada la ventaja en las encuestas del candidato republicano a las elecciones de noviembre, el expresidente Donald Trump, frente a su rival demócrata, el presidente Joe Biden, presionado por su propio partido para que abandone la carrera.
Una potencial Administración Trump tendría "implicaciones importantes a nivel macro y de mercado, con impactos clave probablemente en torno a la política comercial y los aranceles", dijeron analistas de Goldman Sachs en una nota.
La incertidumbre ante esas perspectivas monetarias y políticas se vio también en la cotización del oro, considerado un activo seguro y que se elevó a un récord a principios de semana, pero termina en 2.402 dólares (2.205 euros) la onza tras la recogida de beneficios de los inversores.
A nivel corporativo, este viernes destacó la tecnológica Crowdstrike, que perdió un 11 % tras una actualización defectuosa de su plataforma de seguridad en los sistemas operativos Windows, que ha provocado incidencias a nivel global en aerolíneas, aeropuertos, hospitales y medios de comunicación.
También publicó sus resultados trimestrales la gran banca, generalmente buenos, especialmente por sus negocios de inversiones y gestión de riqueza pero que muestran grietas en la salud del consumidor, lastrado por la inflación y los altos tipos de interés, por lo que han aumentado las reservas contra impagos.
En otros mercados, el petróleo de Texas cierra la semana con una caída superior al 3 %, en 80,25 dólares (73,68 euros) el barril, por el potencial alto el fuego en Gaza, que reduce los riesgos para la oferta, y por las dudas sobre la fortaleza de la demanda tras datos débiles de China.