El ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), presentó un estudio exploratorio sobre igualdad y equidad de género en la industria de manufactura local de la República Dominicana, que revela que en 2022 hay 3.3 hombres empleados en la manufactura local por cada mujer, una razón que se mantiene constante tanto en el sector formal como en el informal.

El estudio fue presentado durante la Conferencia Regional sobre Igualdad de Género en la Industria de Manufactura, a las 9 de la mañana del miércoles 6 de marzo, junto con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).

Según el estudio, la industria manufacturera local ha tenido avances en materia de igualdad y equidad de género, en términos de incremento en la participación laboral femenina; reducción de brechas de género en el empleo en el sector formal, en el ingreso laboral por hora e ingreso laboral mensual en el sector formal; protección a la maternidad; y creación de una norma (NORDOM 775) en 2015 para implementar un sistema voluntario de gestión de la igualdad de género que otorga el Sello “Igualando RD”.

En términos de razón de paridad entre el empleo de hombres y el empleo de mujeres, se observa que en 2022 por cada mujer empleada en la manufactura local hay 3.3 hombres empleados y que esta razón no muestra diferencias entre sector formal y sector informal de la manufactura local.

Visto en el tiempo, la razón de paridad ha tendido a reducirse entre 2016 y 2022, ya que en 2016, por cada mujer empleada en este sector había 4.3 hombres ocupados.

A pesar de los avances mencionados, el estudio resalta la necesidad de implementar políticas que cierren la brecha de género en el empleo informal, en horas trabajadas a la semana e ingreso laboral mensual en el sector informal.

El estudio también encontró que, a pesar de que las mujeres empleadas en la manufactura local suelen tener un mayor nivel educativo que los hombres, aún existen diferencias significativas en la forma en que se insertan en el empleo, lo que contribuye a las brechas de género observadas.

Entre 2016 y 2022, la brecha absoluta de horas trabajadas entre hombres y mujeres pasó de 8.5 horas en 2016 a 9.3 horas a la semana en 2022.

La mayor brecha en el promedio de horas trabajadas por los hombres respecto a las mujeres se observa en el sector informal de la economía, que fue de 14.8 horas en 2022 y en el sector formal de 5,1 horas.

Las mayores brechas entre el ingreso laboral de hombres y mujeres se generan en el sector informal de la manufactura local, ascendente a RD$ 10,392.79 en 2022, y que más que duplican las brechas existentes en el sector formal, equivalente a RD$ 3,987.04 en 2022.

En términos de tendencia entre 2016-2022, se observa una reducción de la brecha de ingreso laboral mensual entre hombres y mujeres en el sector formal y un aumento en el sector informal de la manufactura local.

La brecha salarial por hora entre hombres y mujeres en el sector manufacturero se redujo en 2022, con hombres, ganando un promedio de 8.51 pesos más que las mujeres, en comparación con los 13.3 pesos más en 2016.

Sin embargo, la brecha en los ingresos mensuales totales se amplió debido al aumento en la diferencia de horas trabajadas semanalmente entre ambos sexos. En 2022, las mujeres en manufactura generaron RD$ 19,056.3 mensuales, mientras que los hombres generaron RD$ 25,777.4, una brecha de RD$ 6,721.15 a favor de los hombres.

Pese a la existencia de la norma NORDOM 775 que establece los contenidos mínimos que debe tener el plan de formación en género, el estudio revela que apenas un 10.71 % de las empresas encuestadas posee un Comité de Igualdad de Género, y únicamente un 8.04 % cuenta con el Sello “Igualando RD”.

Finalmente, el informe sugiere una hoja de ruta para promover una mayor igualdad de género en la manufactura local debe centrarse en la promoción de políticas públicas intersectoriales, la generación y gestión del conocimiento, la sensibilización sobre la importancia de la igualdad de género y la revisión y adecuación de las leyes y normas existentes.