El ron se constituye como una industria que genera aproximadamente 4,000 puestos laborales, significan RD$ 7,000 millones a las arcas estatales y compras de RD$ 2,000 millones en el mercado local.
La producción y comercialización del líquido, exportado a 170 países y catalogado como denominación de origen, no está eximido del pago de impuesto. La estructura del impuesto a las bebidas alcohólicas es del 18 % del impuesto a la transferencia de bienes y servicios (Itbis); el impuesto selectivo al consumo (RD$ 724.12) y el 10% del ISC Ad Valorem, sobre el precio de venta al público.
“Si usted compra una botella de RD$ 100, RD$ 50 corresponde el pago de impuestos de ron”, resaltó el economista, Magín Díaz, que, de acuerdo con el experto, el producto alcohólico dominicano enfrenta la carga tributaria “más alta” de la región de América Latina y el Caribe.
Desde la reforma tributaria del 2012, el alza de los impuestos del ron se ha traducido en una disminución en la recaudación, y a la vez, en el fomentando del comercio ilícito.
“La reforma del 2012 fue una experiencia para analizar. El de ad valorem pasó de 7.5 % a 10 %, el específico de RD$ 385 a RD$ 595 por litro de alcohol absoluto, el Itbis pasó de 16 % a 18 %, lo que conllevó a que el Estado dominicano perdiera el control del sector”, consideró el exdirector de Impuestos Internos, Magín Díaz.
El economista indicó que la industria formal del ron perdió 1,000,000 de cajas que equivalen a 4 millones litros de alcohol absoluto, además de que se reportaron fraudes por RD$ 10,000 millones. Sin embargo, reconoció la necesidad de realizar una reforma tributaria en el próximo año en el país.
“No es un tema de deuda, es de déficit, y el gobierno, desde el 2021, tenía la razón macroeconómica de hacer una reforma fiscal, pero con el factor de que había que aumentar los ingresos. El problema es la forma y saber cuáles impuestos hay que aumentar”, justificó.
Ante esto, la asesora de la Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron), Circe Almánzar, resaltó las vulnerabilidades que puede presentar el sector ante una eventual reforma fiscal.
“Cualquier medida puede afectar a la industria del ron y provocar que ese potencial enorme que tenemos se pueda caer y podría poner en riesgo la salud de los dominicanos, la carga tributaria no fue más recaudación, sino más ilícito”, explicó Almánzar.
Almánzar indicó que el consumo de alcohol no disminuye, sino que “se ha desviado hacia otros mercados, al pasar de una formal a una informal, creando una disminución en la recaudación de impuestos”.
Además, agregó que una posible propuesta desde el sector formal es fortalecer el mecanismo de evasión y evitar mayores cargas impositivas a la producción del ron.