A principios del mes de marzo de este año, advertíamos en la entrega "Recomposición del mercado de petróleo y sus derivados", que se avecinaba una reestructuración en los mercados del oro negro y sus derivados. En primer lugar, destacamos el duopolio de consumo del carburante ruso sostenido por la India y China, desplazando a Arabia Saudita en ese mercado.
En segundo lugar, y que es lo que nos lleva a este artículo, mencionamos la tendencia de producción de petróleo en Brasil que ya se ha convertido en el quinto exportador del oro negro en el mundo. Actualmente, su producción es de 3.46 MM b/d, aunque se estima que alcanzará los 4.6 MM b/d para el 2025. Señalábamos además que, en Guyana, se había descubierto más de 11 mil millones de barriles de recursos petrolíferos recuperables, lo que se espera que eleve la producción de este país de los actuales 383 mil barriles al día (M b/d) a 1.7 MM b/d para el 2026.
Nuestro resumen, visto lo anterior, es que tanto Brasil como Guyana representarán un promedio del 60 % de la producción de Arabia Saudita, lo que marcará un ajuste en la estructura de los mercados. Sin lugar a duda, nos atrevemos a colocar este evento en el mismo nivel al impacto que provocó el surgimiento del "fracking" entre el 2005-2010, que contribuyó al inicio de la independencia energética norteamericana, aunque más importante aún como contrapeso ante las prácticas de monopolio de la OPEP.
Dado este contexto, en su momento señalábamos, que es de vital importancia aprovechar este nuevo escenario y tratar de gestionar acuerdos a fin de garantizar la importación a largo plazo de petróleo y sus derivados, así como también diversificar las fuentes de importación ante el inminente realineamiento de los mercados.
Es importante señalar que de la misma manera en que hemos criticado la falta de protección ante los precios de los hidrocarburos utilizando los mercados bursátiles como herramientas de protección (hedging), también aplaudimos la visita del presidente Luis Abinader, que junto a una comitiva de funcionarios y empresarios, al establecer relaciones formales con la isla caribeña, así como confesamos que fue una grata sorpresa el anuncio entre los planes invertir en nueva refinería en Guyana por parte de la República Dominicana, sobre todo tomando en cuenta, que según reportes, el oro negro encontrado es "dulce", el cual es de mucho mayor rendimiento, representando menor inversión en equipos de refinería, pero sobre todo, mucho menor costo de producción.
No cabe duda alguna de que el gas natural, el petróleo y sus derivados en las relaciones República Dominicana-Guyana, serán temas de interés primordial. Esta iniciativa es un gran paso que, sin duda alguna, nos brindará a largo plazo un respiro, no en la factura petrolera, para lo cual insistimos en el uso del recurso de "hedging", sino en el abastecimiento y la seguridad energética, que han sido, en muchas ocasiones, un verdadero dolor de cabeza para nuestra nación.
¡Excelente iniciativa!