Contar con 87,723 habitaciones hoteleras y 3,000 en planes de construcción convierten a República Dominicana un destino con capacidad para recibir a 6,730,802 extranjeros no residentes (sin contar a la diáspora) durante ocho noches. De hecho, los 8,058,671 no residentes que viajaron en calidad de turista en 2023 movilizaron US$ 9,751 millones.

Pese a que la estadía de los extranjeros no residentes decreció un -6.4% entre 2022 (8.6 noches) y 2023 (8.0), el gasto aumentó un 10.1%, para situarse en US$ 153.3 al cierre del 2023.

Estos pasajeros destinan el 73.17% de su egreso en alojamiento, comida y bebida, seguido del 14.48% en la contratación de transporte local y 6.19% en la adquisición de regalos. 

Apenas 2.60% en entretenimiento y 3.56% sin identificar, debido a la oferta todo incluido que brindan las agencias de viajes y turoperadores en la contratación de paquetes de viaje.

El Banco Central (BCRD) destacó que los dominicanos gastan un -5.3% menos que el 2022 durante su pernoctación de 16 noches en el país, al pasar de  US$ 807.6 a US$ 764.6. En términos absolutos significa US$ 43 menos.

En tanto, el egreso per cápita de la diáspora aumentó un 1.4%, desde US$ 1,062.5 hasta US$ 1,077.3 durante los últimos dos años, pero su estadía se mantiene en 14 noches.

Durante el 2023, el Banco Central (BCRD) registró 8,058,671 pasajeros no residentes que disfrutaron de República Dominicana por su oferta turística, un 12.4% más que el 2022, cuando se contabilizaron 7,163,414 personas internacionales.

Pero, si se cuentan los 950,423 residentes, aquellos que retornaron a vía aeropuertos internacionales, el monto ascenderá a 9,009,094. 

Participación de la diáspora en el turismo

Durante el año pasado, los residentes aportaron el 10.5% del flujo de pasajeros vía aérea (9,009,094). De esta cantidad, 797,077 fueron dominicanos y 153,346 foráneos. Su participación en el mercado turístico dominicano está en crecimiento sostenible durante los últimos cinco años, al pasar de 651,446 en 2018 a 779,295 en 2022, para una variación de un 19.6%, o 127,849 viajeros más.

Además de los US$ 10,157.2 millones por concepto de remesas que recibió 400,000 hogares dominicanos en el año pasado, una de las ventajas de la diáspora es su impacto en la industria de viajes nacional.

De los 8,058,671 no residentes que pisaron Quisqueya, los dominicanos no residentes aportaron el 16.4% del total, o 1,327,869. Pero si se comparan las estadísticas del Banco Central con las del Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (Index), se evidencia que el 46.6% de la diáspora, estimada en 2,846,716, retornó durante unos días a su tierra natal.

Sin embargo, su llegada presentó una variación negativa de 2.2% entre 2022 y 2023, al pasar de 1,358,049 a 1,327,869, lo que significa que el sector de hoteles, bares y restaurantes perdió 30,181 dominicanos no residentes que dejaron de visitar el país por turismo.

El decrecimiento de los dominicanos habitando en el exterior fue compensado con la llegada de 925,438 pasajeros internacionales, que pasaron de 5,805,364 a 6,730,802 en los últimos dos años. En términos relativos es un crecimiento de 15.9%.