En un contexto mundial marcado por la inseguridad alimentaria, República Dominicana ha mostrado avances significativos, aunque persisten importantes retos. Según el informe sobre la Inseguridad Alimentaria Aguda, un 89 % de la población se encuentra en fase mínima o moderada de inseguridad alimentaria, lo que refleja una mejora en comparación con otros países de la región. Sin embargo, alrededor de 1.2 millones de personas están en fase de crisis, y unas 33,000 se encuentran en una situación de emergencia.

A pesar de los avances, con una disminución de la población que sufre de hambre de un 20.4 % a un 6.7 %, el país enfrenta desafíos persistentes, especialmente en la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la obesidad, la diabetes y el retraso en el crecimiento infantil. La falta de acceso a una canasta familiar nutritiva y equilibrada sigue siendo una preocupación”, explicó Elicaury Bautista, directora país de Visión Mundial República Dominicana.

Además de los problemas de hambre, Batista agregó que la mala distribución de los recursos alimentarios está impulsando un aumento en enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, que afectan cada vez a personas más jóvenes.

Mientras, Vladimir Medrano, gerente de Impacto de World Visión, resaltó que la  principal barrera para una alimentación adecuada es la falta de recursos económicos en provincias como Dajabón, Montecristi y El Seibo.

 “Muchos padres desean proporcionar una nutrición adecuada a sus hijos, pero el alto costo de los alimentos saludables y los bajos ingresos de las familias dificultan el acceso a una dieta balanceada”, aseguró.

Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que el costo de una dieta saludable en la región se sitúa en US$ 4.08 diarios por persona, US$ 0.42 más que los US$ 3.66 del promedio mundial, “lo que dificulta el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Esta situación se aleja del objetivo 2 de la Agenda 2030 de lograr “hambre cero”, debido a que el hambre y la inseguridad alimentaria profundiza las desigualdades y pone en peligro la vida de las personas.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el hambre y la malnutrición extrema son un obstáculo para el desarrollo sostenible, debido a que las personas son menos productivas, propensas a enfermedades e imposibilitados para mejorar sus medios de subsistencia. Si se le pone una estadística, la cifra es de 600 millones de personas que enfrentarán esta problemática para la década del 2030.

La ONU indicó que la malnutrición persiste en todo el mundo, poniendo en peligro el bienestar y el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. Para tener una idea de su gravedad, estimó que 148 millones de infantes menores de cinco años presentan retraso del crecimiento, 45 millones sufren de emaciación y 37 millones de sobrepeso, a 2022.

Más de 200 millones de niños está desnutrido o sufre sobrepeso, mientras que dos de cada tres infantes desde  seis meses hasta dos años no reciben alimentos que potencien un crecimiento adecuado, lo que pone su vida adulta y bienestar en peligro, de acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

De acuerdo con los ejecutivos de la organización sin fines de lucro, el panorama resalta la necesidad urgente de políticas públicas que aborden la desigualdad económica y garanticen una mejor distribución de recursos para que las familias puedan acceder a alimentos saludables, previniendo así enfermedades relacionadas con la malnutrición y mejorando la calidad de vida de los niños y niñas en el país.

Esto motivó a Visión Mundial República Dominicana a crear el programa Suficiente, que busca impactar a niños y niñas en zonas vulnerables. La campaña busca movilizar recursos, generar conciencia y promover cambios estructurales en las políticas públicas para garantizar una distribución justa de los recursos alimentarios.

 “En el Caribe, República Dominicana y Haití son los países focalizados en esta iniciativa, con el propósito de asegurar una alimentación adecuada para los niños, niñas y adolescentes, no solo para mejorar su salud física, sino también su desarrollo cognitivo”, señaló la directora país de Visión Mundial República Dominicana, Elicaury Bautista.

Asimismo, la campaña también resaltará la necesidad de enfrentar otros problemas sociales, como la deserción escolar, el trabajo infantil y el trauma psicológico, que están estrechamente relacionados con la falta de acceso a una alimentación adecuada.