Cerca del 44 % de Cuba tendrá apagones simultáneos este sábado durante el horario de mayor consumo en la tarde-noche, según las proyecciones de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) que prevé cortes durante todo el día.

La isla caribeña registró esta semana la mayor tasa de déficit en lo que va de 2025 y en al menos los últimos dos años con el 57 % del país a oscuras a la misma vez, por lo que el Gobierno ordenó suspender las clases y las actividades laborales por dos días.

El año pasado se registraron cortes en más de la mitad del territorio cubano acompañado por tres apagones nacionales de varios días consecutivos.

Varias zonas del país como la ciudad de Cárdenas en Matanzas y la provincia de Cienfuegos llevan más de 20 horas sin fluido eléctrico; mientas que en La Habana aumentaron las interrupciones del servicio eléctrico a seis horas durante varias veces en el día.

La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, proyecta para la jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.865 megavatios (MW) en el horario "pico", en la tarde-noche, para una demanda que prevé que alcance los 3.200 MW.

El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.335 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.405 MW en el momento de mayor consumo.

La UNE informó sobre averías y mantenimientos en seis de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales). Además, 53 centrales de generación distribuida y una central flotante (patana) están fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).

Las principales causas de los frecuentes apagones son las averías habituales en las obsoletas centrales termoeléctricas terrestres y la falta de combustible, según el Gobierno cubano.

Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.

Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras está ligada a la falta de fueloil y diésel, porque el Estado no tiene divisa para importarlos.

Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.

Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1 %.