República Dominicana y Haití están a solo unas horas de recuperar el comercio bilateral, bloqueado desde hace prácticamente un mes a raíz de que el Gobierno de Santo Domingo decidiera, entre otras medidas, el cierre total de las fronteras, en protesta por la construcción por la parte haitiana de un canal en el limítrofe río Masacre.
La reapertura comercial está prevista para las 08:00 hora local (12:00 GMT) de este miércoles a través de lo que las autoridades dominicanas han bautizado como "corredores comerciales" y bajo fuertes controles y medidas.
Según anunció el lunes el Ejecutivo dominicano, estos corredores funcionarán con "estrictas medidas de control militar y registro biométrico obligatorio" en las provincias de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, limítrofes con Haití, con el objetivo de "facilitar el comercio de productos esenciales dominicanos como alimentos y medicinas", y con la vista puesta especialmente en los niños.
"El comercio va a poder entrar a partir del miércoles", fueron las palabras del presidente dominicano, Luis Abinader, acerca de esta limitada reapertura, de la que quedan excluidos determinados artículos.
Así, no se permitirá la exportación de productos electrónicos, cemento, varillas y otros materiales de construcción para "evitar que se construyan estructuras que amenacen nuestros activos medioambientales", precisó el gabinete dominicano, en alusión a obras como las del canal en la orilla haitiana del Masacre, como se llama en Haití a ese río, denominado Dajabón en República Dominicana.
Una frontera más militarizada
Si bien a partir de mañana se pondrá un final, aunque limitado, al bloqueo comercial en vigor desde las 06:00 hora local (10:00 GMT) del pasado 15 de septiembre, el resto de medidas que en su momento adoptó el Consejo Nacional de Seguridad se mantiene, como el cierre migratorio de la frontera y la suspensión en la expedición de visas a ciudadanos haitianos.
Ese Consejo también acordó la reactivación de un canal desde la parte dominicana del río objeto de la polémica, que ya está en marcha.
Otras decisiones anunciadas el lunes pasado refuerzan, incluso, las medidas iniciales, en especial una mayor militarización de la frontera a fin de evitar que entren a territorio dominicano miembros de las todopoderosas bandas armadas de Haití ante el próximo despliegue de una fuerza multinacional.
Además, se activará un fondo para financiar un programa de mecanización agrícola para reducir la contratación de trabajadores inmigrantes indocumentados, entre otras medidas.
Pero este miércoles la vista está puesta en la reapertura comercial y en la recuperación en cierta manera del intenso intercambio comercial, formal e informal, entre ambos vecinos (Haití es el segundo socio comercial de República Dominicana tras Estados Unidos).
Y, para el viernes, se espera con atención la reanudación del mercado bilateral de Dajabón, el más importante de los que existen entre los dos países y en el que productores, comerciantes y consumidores intercambian productos.
Un mercado que, como afirmó Abinader, "no va a ser el mismo" que el que había antes de esta crisis hídrica.