Pese al crecimiento del turismo nacional y el logro de 10 millones de visitantes durante el 2023, el director de Innovación, Educación e Inversión de Turismo de las Naciones Unidas, Antonio López de Ávila, resaltó que el país puede convertirse en un destino turístico inteligente, es decir, una oferta basada en el uso de la tecnología.
“Hoy en día no existe todavía ningún destino inteligente en el Caribe, República Dominicana podría ser el primer país que sea un destino turístico inteligente en la región”, afirmó el ejecutivo.
Una oferta basada en tecnología genera datos a través de big data e inteligencia artificial y analiza los datos para mejorar la gestión del territorio y ofrecer una mejor experiencia a los extranjeros no residentes. Comentó que transformar la oferta turística es empezar a tomar decisiones basadas en estadísticas y datos, cuyos resultados podrán controlar y medir la sostenibilidad medioambiental, social y económica en tiempo real.
Sin embargo, se enfrentaría a los altos costos de su implementación para la adecuación de infraestructuras digitales.
“Estas políticas dependen mucho de la mano de obra calificada y cuantiosas inversiones, pero permitirán al país desarrollarse”.
ONU Turismo indicó que el cambio de consumo de los viajeros y la demanda de experiencias personalizadas hacen de las soluciones inteligentes una necesidad a implementar a corto y mediano plazo. Pero, además, destacó que para la década del 2030, los viajes serán realizados por los millennials y generación zeta, mientras que para el 2040 los nativos digitales será el grupo dominante con mayor interés en viajar y conformarán entre 2,300 millones y 2,600 millones de viajeros.
Para López de Ávila, el país se ubica en una posición estratégica para captar inversión extranjera directa, goza de estabilidad política y cuenta con una economía sólida, “principales ejes para el interés”.
Crecimiento del capital extranjero
La región de América Latina y el Caribe es diversa en tema de viajes. Unos como República Dominicana ofrecen el sol y la playa, Perú y Colombia, naciones gastronómicas, otras como Costa Rica muestran la ecología.
De acuerdo con López de Ávila, quien citó un capital mayor de US$ 15,000 millones e inversiones en la región, los países deben enfocarse en promover el gasto público dirigido al sector de viajes.
Quisqueya ha atraído 26 proyectos entre 2016 y 2020, por lo que la inversión se situó en US$ 5,700 millones.
En la tierra de Machu Picchu, desde 2005 ha ascendido a US$ 621.4 millones por concepto de inversión pública en turismo. El Ministerio de Economía y Finanzas de Perú proyecta US$ 93.5 millones invertidos en 2024.
En el caso de Uruguay, el gobierno se ha enfocado en mejorar la infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria, destinando US$ 3,300 millones. Con la Ley de Inversiones y Promoción Industrial, se declaró 208 proyectos turísticos que requirieron US$ 631.2 millones desde 2015 hasta 2023. El Ministerio de Turismo de Ecuador señaló que se firmaron contratos turísticos por US$ 639.6 millones en el período 2018-2022.
El Plan Especial de Infraestructura del Ministerio de Obras Públicas de Apoyo al Turismo Sustentable a 2030 de Chile resaltó un interés de invertir US$ 4,188 millones hasta 2026, mientras que los viajes internacionales a Paraguay contribuyen con el 1.9 % del producto interno bruto (PIB), al 2021.
“Los estados están dando un salto cualitativo y cuantitativo muy importante y los continentales están desarrollando proyectos que empiezan a recabar el interés, pero todavía hay un recorrido en el Caribe que debe cumplir”, señaló.
El ejecutivo expresó que República Dominicana es de los países que más inversión internacional ha captado en los últimos años, monto que seguirá creciendo debido al desarrollo de nuevos polos turísticos como Cabo Rojo, en Pedernales; y Miches en El Seibo, mientras que Puerto Plata será relanzado con Punta Bergantín. Estos destinos, de acuerdo con el representante de ONU Turismo, deben trabajar concomitantemente la formación del capital humano.
“Cuando hablamos de inversión, nos referimos a hotelería, aeropuertos, puertos, carreteras y en plataformas de estructuras de estabilización de agua para evitar consumir los acuíferos”, señaló.
De hecho, resaltó que desde ONU Turismo están abogando para que la cadena de valor se enmarque en operaciones de proyectos verdes, tecnología que permita incursionar en la sostenibilidad.