República Dominicana, por su ubicación estratégica, es privilegiada frente a las demás naciones del Caribe. Esto se debe a la cercanía con Estados Unidos, la principal economía global, pero, además, goza de estabilidad macroeconómica y sociopolítica, lo que atrae a inversionistas que buscan expandir sus operaciones aunada a la seguridad jurídica en la región.
El desarrollo de esta industria de ocio contribuye de manera directa a la economía, genera nuevos puestos laborales y crea riqueza que fortalece comunidades de los polos turísticos como Puerto Plata, Santiago y Punta Cana.
Así lo expresó la vicepresidenta de República Dominicana, Raquel Peña, al mencionar que destinos emblemáticos como Punta Cana han puesto a “nuestra nación en el mapa turístico global, convirtiéndonos en sinónimos de lujo y hospitalidad, atrayendo a millones de visitantes cada año”.
Afirmó, durante la inauguración de la 36 versión de la Exposición Comercial de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), que el “éxito” en materia turística nacional no fue fortuito.
“Se ha basado en políticas económicas sólidas, seguridad jurídica garantizada para los inversionistas, y una infraestructura de clase mundial, que incluye una red de puertos y aeropuertos modernos, facilitando la conectividad con los principales mercados globales”, explicó. Esta acción, de acuerdo con la funcionaria, es la estructura que mantiene la competitividad que ha “construido” Quisqueya.
Agregó que los beneficios traducidos a ingresos permiten, desde el Estado dominicano, la “implementación de una estrategia de crecimiento económico sostenible, donde el turismo es el centro”. Esto, debido a que la industria genera un efecto multiplicador en la económica, y representa el 19 % del producto interno bruto (PIB) República Dominicana.
El Plan Meta RD 2036 tiene como objetivo duplicar el producto interno bruto (PIB) de República Dominicana, y la industria turística será clave en esta transformación. La funcionaria citó la meta que tiene el país de los 14 millones de visitantes en 2028, aumentar el gasto promedio de los visitantes internacionales, y elevar en un 33 % el número de empleos en el sector, por lo que este plan constituye “una herramienta de largo alcance para continuar desarrollando el país”.
“Nuestro compromiso no es solo cuantitativo, sino también cualitativo. La visión se extiende más allá de los números y se enfoca en crear destinos que sean verdaderos motores de inversión y desarrollo para las comunidades del país”, aclaró.
Acotó que con el relanzamiento de Puerto Plata, a través de Punta Bergantín, la industria se diversifica, mientras, que “se esta abriendo las puertas del sur a través de Pedernales”.
Citó a Michel, ubicado en El Seibo, que se convierte en un destino de lujo, con un enfoque en el turismo responsable que preserva la biodiversidad y atrae una nueva clase de visitantes.
“Este es el momento de avanzar con hechos, asegurándonos de que esta industria continúe siendo el motor del desarrollo económico y social que ha demostrado ser para República Dominicana”, sostuvo.