En las últimas semanas se ha hablado del temor a una posible recesión económica en Estados Unidos, debido a la inflación, el aumento de las tasas de intereses, sumado a los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.

De ser posible una desaceleración de la economía en el país de donde proviene casi el 85 % de las remesas que llegan a República Dominicana y uno de los mercados más importantes en materia de turismo e inversión, surge la pregunta: ¿Afectaría negativamente una recesión a la economía dominicana?

Para responder esta pregunta, Acento consultó a economistas que plantean el posible impacto negativo al país y si creen que verdaderamente los Estados Unidos puede entrar en una recesión.

Una recesión ocurre cuando la economía deja de crecer, es decir, hay un decrecimiento en la actividad económica durante un tiempo, que según expertos, se da cuando el producto interno bruto (PIB) cae durante dos trimestres consecutivos.

En este tiempo aumenta el nivel de desempleo, baja el consumo y la inversión.

Problemas

De acuerdo con el economista José Lois Malkún, si Estados Unidos entra en recesión en el 2023 tendremos problemas. Explica que esto podría afectar las remesas, el turismo y la inversión, así como contraer las exportaciones.

Asimismo, cree que Europa entraría en recesión, y que ni China se salvaría del impacto de una recesión mundial.

“La primera víctima de una recesión es la pérdida de miles o millones de empleos, caída de la demanda agregada, del comercio y la industria, y un duro golpe a la estabilidad macroeconómica por el impacto fiscal”, manifestó

De acuerdo con el exgobernador del Banco Central, debido a una recesión aumentaría el número de personas solicitando ayuda social al gobierno. “Recuerda la crisis del 2008-2009 donde el PIB mundial se contrajo 5 puntos porcentuales”.

Así como plantea Malkún, el economista Jesús Geraldo Martínez sostiene que lo primero que sentirá República Dominicana, de ocurrir una recesión, es una disminución sustancial en las remesas que envía la diáspora dominicana a sus familiares. Destacó que entre enero y abril bajó más de 800 millones de dólares.

Sostiene que los costos de endeudamiento externo para el país serían más elevados, es decir, los préstamos aprobados y las nuevas emisiones de bonos soberanos tendrían una tasa de interés más cara.

También traería consigo un menor flujo de turistas desde los Estados Unidos y una disminución en la inversión extranjera directa.

Geraldo Martínez considera que el impacto no sería inmediato, pero que el Gobierno debería tomar las previsiones necesarias, ya que una disminución de la actividad económica impactará el empleo de manera negativa, así como las recaudaciones fiscales.

Desaceleración

Según Antonio Ciriaco Cruz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), lo que está ocurriendo es una desaceleración e inflación, no una recesión.

Esta opinión la sustenta en que si bien, la economía norteamericana sufre desaceleración, al mismo tiempo hay una creación de puestos de trabajo, es decir que hay empleos.

Explicó que lo que ocurre se debe a los efectos de la pandemia, unidos a los de la guerra de Rusia contra Ucrania, que ha obstaculizado el flujo de gas, petróleo, carbón, además de productos agrícolas.

Citó como ejemplo a Alemania, una de las económicas más fuertes y una potencia exportadora, que está enfrentando escasez de materias primas que utiliza en sus fábricas, como el caso de los metales para la industria de automóviles.