Los precios mundiales de los productos básicos se están estabilizando tras la abrupta caída que fue decisiva para que se redujera la inflación general en 2023, por lo que los bancos centrales podrían tener dificultades para bajar rápidamente las tasas de interés, según se afirma el Banco Mundial.

También se señala que un estallido importante del conflicto en Oriente Medio podría poner freno a la disminución inflacionaria que se ha registrado en los últimos dos años.

Entre 2022 y 2023, los precios mundiales de los productos básicos se desplomaron casi un 40 %. Esto contribuyó a impulsar en gran parte la reducción de la inflación mundial entre 2022 y 2023, de cerca de 2 puntos porcentuales. Sin embargo, desde mediados de 2023, el índice de precios de los productos básicos del Banco Mundial se ha mantenido prácticamente sin cambios.

Si no se produce un nuevo recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, el Banco prevé una caída del 3 % en los precios mundiales de los productos básicos en 2024 y del 4 % en 2025. Ese ritmo no bastará para controlar la inflación, que en la mayoría de los países se ubica por encima de las metas de los bancos centrales. Por este motivo, los precios de los productos básicos permanecerán alrededor de un 38 % más altos que su valor promedio en los cinco años anteriores a la pandemia de COVID‑19.

“La inflación mundial no ha sido derrotada”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial. “Una fuerza clave para bajarla (la caída de los precios de los productos básicos) se ha topado con un muro. Eso significa que las tasas de interés podrían seguir siendo más altas de lo esperado durante este año y el próximo. El mundo se encuentra en un momento vulnerable: una crisis energética grave podría socavar gran parte de los avances logrados en la reducción de la inflación en los últimos dos años”.

Presiones geopolíticas afectarían el crudo

Las fuertes tensiones geopolíticas de los últimos dos años han apuntalado el precio del petróleo y de muchos otros productos básicos esenciales, aun cuando el crecimiento mundial se ha desacelerado.

El precio del petróleo crudo Brent, por ejemplo, subió a US$ 91 por barril a principios de este mes, casi US$ 34 por barril por encima del promedio de 2015-19. Las previsiones del Banco indican que los precios del Brent alcanzarán un promedio de US$ 84 por barril en 2024 antes de descender a un promedio de US$ 79 en 2025, siempre que no surjan interrupciones en el suministro relacionadas con los conflictos.

Sin embargo, si el conflicto en Oriente Medio se intensificara aún más, las disrupciones en el suministro de petróleo podrían hacer aumentar la inflación mundial.

“Está surgiendo una divergencia sorprendente entre el crecimiento mundial y los precios de los productos básicos: a pesar de que el crecimiento mundial se muestra relativamente más débil, es muy probable que los precios de los productos básicos se mantengan en 2024-25 más altos que en los cinco años previos a la pandemia de COVID‑19”, dijo Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Grupo Banco Mundial.

“Un factor clave que explica esta divergencia es el aumento de las tensiones geopolíticas que mantienen la presión al alza sobre los precios de los principales productos básicos y avivan los riesgos de que se registren movimientos bruscos en dichos precios. Los bancos centrales deben permanecer atentos a las consecuencias inflacionarias de los aumentos de los precios de los productos básicos en medio de marcadas tensiones geopolíticas”.

Una escalada del conflicto en Oriente Medio también podría hacer subir los precios del gas natural, los fertilizantes y los alimentos, según se señala en el informe. La región desempeña un papel clave en el suministro de gas: el 20 % del comercio mundial de gas natural licuado (GNL) transita por el Estrecho de Ormuz. Si se interrumpiera la provisión de GNL, los precios de los fertilizantes también aumentarían de manera considerable, lo que probablemente elevaría los precios de los alimentos.

Sin embargo, el pronóstico de referencia del Banco es que los precios generales de los alimentos disminuirán un poco, un 6 % en 2024 y un 4 % en 2025. Se prevé que los precios de los fertilizantes caigan un 22 % en 2024 y un 6 % en 2025.