El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una bajada del 1,68 % hasta los 84,10 dólares el barril, pese a que las señales que llegan desde Oriente Medio no indican que la tensión esté por bajar.
A las 9:00 hora local (13:00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en diciembre perdían 1,44 dólares respecto al cierre de la jornada previa.
El viernes, el Texas cerró con una fuerte subida del 2,8 %, pero en el cómputo semanal perdió 3,23 dólares tras varios días de altibajos atribuidos sobre todo a la tensión provocada por la guerra en Gaza y el temor a que se extienda por una región que concentra las mayores reservas de crudo del mundo.
El puerto de Ashkelon, donde está la mayor terminal petrolera de Israel, está cerrado como medida de precaución, y otros puertos como el de Haifa y Ashdod -que almacenan petróleo, además de fertilizantes y otros materiales químicos-, han sido atacados con cohetes los pasados días, sin causar grandes daños pero sí suscitar preocupación.
El analista Bob McNally, de Rapidan Energy Group, dijo a la cadena CNBC que la temida incursión terrestre del ejército israelí en Gaza ya fue la causante de la subida del pasado viernes, y que hoy los inversores optan por las ventas al apreciar que esa incursión no tiene el alcance que se creía.
Esto ha hecho que otros factores vuelvan a pesar más en el precio el petróleo, como la decisión que pueda tomar la Reserva Federal estadounidense tras su reunión de dos días que se espera el próximo miércoles y los temores inflacionistas.
Por su parte, el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, dijo al Wall Street Journal que las previsiones inmediatas apuntan a nuevas subidas hasta superar los 90 dólares en este trimestre, debido a que desde los años setenta no confluían dos conflictos de enormes consecuencias geopolíticas en el mundo -Ucrania y Palestina- como sucede ahora.