El Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (ONPECO) aseguró que los constantes apagones en distintos sectores de la capital y del país representan un riesgo para la salud de la población, ya que, al romperse la cadena de frío, los productos refrigerados pueden alterarse y acumular bacterias nocivas para la salud de los consumidores.
Onpeco advirtió sobre el daño a la salud mental de las personas usuarias del servicio eléctrico, causado por la irritación y la impotencia que se genera cuando, en medio de altas temperaturas, la mayoría de las familias se ven impedidas de utilizar siquiera un ventilador para amortiguar el calor.
Otro factor que afecta la salud mental es el precio de la energía, que se refleja en altas tarifas, en algunos casos duplicadas con respecto al año o mes anterior.
Onpeco ya había sugerido la posibilidad de liberar de impuestos los aires acondicionados y, en la medida de lo posible, cambiar matriz energética por paneles solares, dado que tenemos sol todo el año y así, además de recibir energía limpia, la tendríamos a precios razonables.
La entidad recordó que, en los países con climas templados, las administraciones proporcionan mecanismos para contrarrestar las inclemencias del clima, como la calefacción donde hace frío y energía asequible para enfrentar el calor.
Desde el año pasado, las altas temperaturas han azotado al país y, según los pronósticos, continuarán todo el trimestre, lo que justifica la necesidad de buscar soluciones para mejorar la calidad de vida de la población.
En cuanto a la salud y la interrupción de la cadena de frío, "esto no solo afecta a los hogares sino, también, a los pequeños negocios, que no pueden almacenar productos perecederos".
Onpeco sugiere que las autoridades implementen mecanismos de información a la población sobre los productos descongelados y su impacto en la salud, y aconseja a las familias abstenerse de adquirir productos perecederos que luego deban desechar debido a las altas temperaturas y los cambios producidos por los apagones.
Asimismo, sugiere que se informe a la población sobre los horarios de las interrupciones, de manera que "puedan tomar" las medidas necesarias para programar sus actividades, tanto en el hogar como en las empresas.