ChatGPT ha seguido dando de qué hablar en las últimas semanas, esta vez por su capacidad para programar código, generando un gran debate sobre si los programadores serán necesarios o no en un futuro.
El impulso de la transformación digital y, en concreto de la Inteligencia Artificial, ha generado la aparición de nuevas preguntas -y miedos- entre los profesionales de todas las industrias, no solo de los programadores. ¿Y si la inteligencia artificial nos deja sin trabajo? ¿Seremos sustituidos por robots? ¿A qué profesiones afectará más?
Con motivo del reciente “Día Internacional de los Trabajadores”, LLYC ha publicado un nuevo episodio en su podcast “Esto es lo que AI”, bajo el nombre “Socorro, ¡una IA quiere mi trabajo!”, en el que se reflexiona sobre este futuro incierto en el entorno laboral.
“Estamos frente a un escenario de transformación como ha pasado siempre a lo largo de la historia. Desde hace cientos de años la tecnología ha automatizado algunos trabajos, permitiendo a los humanos centrarse en tareas más complejas y de valor. De este modo, algunas profesiones serán reemplazadas por la IA y muchas otras, que todavía ni imaginamos, serán creadas”, dijo Adolfo Corujo, socio y director general de Deep Digital en LLYC.
Consideró que ante este reto de transformación hay que anticiparse y que la responsabilidad recae también en las empresas, que tienen que empezar a trabajar para adaptarse al cambio y ayudar a sus colaboradores a estar preparados.
Tres claves para afrontar este reto desde las empresas:
1. Aprendizaje continuo
La conversación sobre la necesidad del reskilling y el upskilling del talento en las compañías no es nueva, pero sí es más crucial que nunca. La tecnología había sido hasta ahora el motor que impulsaba la necesidad de que el talento estuviera en un continuo proceso de aprendizaje, pero el crecimiento exponencial de la Inteligencia Artificial ha disparado esta clave y lo hará aún más en los próximos años. Cuando hablamos de compañías resilientes, en realidad de lo que hablamos antes todo es de talento resiliente, capaz de adaptarse a las circunstancias y de transformar sus skills por el camino.
La transformación acelerada remarca hasta qué punto muchas organizaciones no han puesto aún en sus prioridades estos aspectos, más preocupadas por fichar en el mercado que por realizar programas de formación y entrenamiento que podrían multiplicar su impacto. En el contexto del despliegue de la Inteligencia Artificial esto se vuelve aún más crítico, ya que, aunque la mayoría de los estudios sitúan que generará más trabajo del que suprimirá, lo cierto es que entre los unos y los otros existirá a menudo un gap insalvable.
En el territorio de un aprendizaje continuado, las empresas deberán en primer lugar identificar las skills clave para la evolución de su negocio. A partir de ahí, por un lado, mejorar sus procesos de selección, consiguiendo ver mucho más del cv de los candidatos, y por el otro crear una cultura en la compañía que pase por proteger los presupuestos de formación, deje tiempo suficiente a los empleados para poder desarrollar los procesos de reskilling, favorezca el saber compartido con el apoyo de la tecnología y, ante todo, incentive a aquellos trabajadores que lo llevan a cabo.
2. Innovación colectiva
Se espera que los líderes de hoy en día involucren a su organización para crear conjuntamente una cultura que conduzca a la innovación. Este modelo de liderazgo no es nuevo -ya ha sido identificado por varios autores como ‘genio colectivo’- pero ha ido evolucionando progresivamente de tendencia a realidad.
La colectividad en el liderazgo parte de la premisa de que todo el mundo tiene un lado creativo y que incluso los empleados menos dados a ello son capaces de realizar hazañas extraordinarias. La misión de los líderes queda clara: encontrar y aprovechar el genio y los talentos únicos de sus equipos, para que cada persona contribuya al “genio colectivo”. Es en un entorno de cooperación y colaboración entre la cúpula y la base de la organización y en un entorno de aprendizaje que también resulta del descubrimiento individual donde nacen las mejores ideas que dan lugar a la verdadera innovación.
Desde la perspectiva del liderazgo colectivo, los niveles superiores e inferiores de una empresa no se definen por la posición jerárquica o el puesto que ocupa una persona, sino por la experiencia, los conocimientos y el genio que tiene cada persona -líderes o no en determinadas áreas de conocimiento. Es precisamente en un entorno en el que el todo es mayor que la suma de las partes y en el que la interacción entre los distintos talentos se produce sin barreras, donde se fomenta la innovación que añade ventaja competitiva a las empresas.
3. La IA como aliada en la gestión del talento
Vivimos la explosión de la Inteligencia Artificial. El mercado global se prevé que crezca más del 20% entre el 2022-29. Esto permitirá el desarrollo de análisis predictivos que ayuden a tomar mejores decisiones en cuanto a la gestión del talento. La IA nos ayuda a mejorar los procesos de selección con algoritmos de aprendizaje que ayudan a automatizar la criba curricular de los candidatos y las incorporaciones con chatbots que resuelvan todas las dudas de los nuevos profesionales. La IA es una oportunidad para mejorar el análisis de las plantillas y monitorizar el nivel de engagement, la satisfacción, la productividad, el riesgo de burnout, las necesidades y el comportamiento de los empleados.