La Ley de Turismo 158-01 en República Dominicana, aprobada en 2001, ha sido fundamental para atraer capital extranjero en el sector, generando un aumento en la inversión directa. Desde su implementación, la inversión pasó de US$ 200 millones en 2001 a US$ 1,400 millones en la actualidad, lo que representa un crecimiento del 361 % desde la modificación de la legislación en 2013.

A pesar de este crecimiento, la ley solo aplicaba a polos turísticos específicos como Puerto Plata. Sin embargo, la ampliación en 2013 “permitió un desarrollo más uniforme en todo el país, facilitando la llegada de turistas y el crecimiento de la infraestructura hotelera, que pasó de 54,000 a 87,000 habitaciones en dos décadas”.

Para el director de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), David Llibre, el impacto de la legislación también se refleja en el producto interno bruto (PIB) del país, donde el turismo representa el 6 %.

Resaltó que el turismo dinamizó la economía con US$ 22,000 millones en 20022, de los cuales, US$ 7,692 millones fueron de manera directa, US$ 3,327 millones indirecto y US$ 11,171 millones de manera inducida. Además, el sector hotelero formal destinó US$ 2,500 millones en compras. De esta cifra, el 75 % fue en la adquisición de servicios, 20 % a industrias y 5 % en agropecuario.

Para la década de 2029, Asonahores estima inversiones ascendentes a US$ 15,518 millones, no obstante, el capital extranjero se situaría en US$ 8,993 millones de derogarse la Ley del Consejo de Fomento Turístico (Confotur), mediante la Ley de Modernización Fiscal presentada por el Ministerio de Hacienda, para que las industrias, sectores y áreas productivas compitan en igualdad de condiciones fiscales.

Pese a una ley con 23 años de vigencia, Llibre destacó que es necesaria por “la atracción de inversión extranjera, reducción de costos, competitividad y desarrollo”. Ante esto, David Llibre, aseguró que “nosotros (República Dominicana) no competimos a nivel nacional, nosotros debemos competir con países de América Latina y el Caribe”.

El Gobierno de México señaló que al cierre de 2023, se registró la llegada de 21,870,000 turistas vía aérea. En tanto, Cuba, contabilizó 2,436,979 llegadas de visitantes internacionales no residentes, que representan 822,892 visitantes más que 2022, mientras que la Oficina de Turismo de Jamaica reveló que 4.1 millones de viajeros arribaron el país en 2023.

“A medida que otros países de la región también ofrecen incentivos fiscales atractivos, República Dominicana debe adaptarse para mantener su competitividad. La comparación con México y otros países del Caribe resalta la necesidad de ajustes en la legislación para evitar que los inversionistas se desplacen a destinos con mejores condiciones y mayor nivel de rentabilidad a largo plazo”.

Llibre señaló que países europeos ofrecen al empresariado una tasa de impuestos que varía entre 8% y 9% , mientras que en Quisqueya es del 18%.

“Nosotros pagamos impuestos, tributamos cada año ante la Dirección General de Impuestos Internos”, aseguró. Citó que RD$ 10 de cada RD$ 100 fiscales son aportados por el sector de viajes.

El titular de Asonahores subrayó que la clave del éxito radica en mantener un marco de incentivos que no solo atraiga inversión, sino que promueva un desarrollo sostenible y equitativo, asegurando que los beneficios del turismo contribuya al crecimiento económico del país.