El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes, en la víspera de la cumbre de mandatarios suramericanos de Brasilia, que ningún país de la región puede aspirar a desarrollarse en solitario.
En una rueda de prensa al lado de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, Lula recalcó que "ningún país (suramericano) en 500 años de historia consiguió transformarse en un país de renta alta" y todos "siempre estuvieron lidiando con la pobreza".
"Ningún país de América del Sur va a conseguir solucionar solo esta situación", dijo el gobernante brasileño, quien invitó para la cumbre de este martes a los jefes de Estado de los otros once países de Suramérica: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Según el Gobierno brasileño, la única ausente será la mandataria peruana, Dina Boluarte, quien estará representada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Lula defendió que los países de la región formen "un bloque" para poder "negociar con más poder, más fuerza y más posibilidad de ganar" ante terceros países o bloques comerciales.
Invitó a fijarse no en la Unión Europea, sino en mecanismos de integración entre países en desarrollo, entre los que citó la Unión Africana.
El objetivo de esta cumbre, que se celebrará casi en su totalidad a puerta cerrada, es retomar el diálogo y analizar la posibilidad de que la región vuelva a contar con un foro de integración "puramente suramericano", que sea "permanente, inclusivo y moderno".
El canciller brasileño, Mauro Vieira, aclaró que no será una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), fundada en 2008 por los doce los países y luego abandonada por varios de los socios por razones ideológicas.