La OPEP diagnosticó este martes "una especie de estado de esquizofrenia" al mercado mundial del petróleo en su situación actual, responsable de "señales erróneas" que elevan la volatilidad de los precios.

Esa es la explicación que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) presenta en su informe mensual sobre el marcado abaratamiento del crudo en agosto por segundo mes consecutivo.

El precio del barril referencial de la OPEP cayó el pasado mes un 6,1 % respecto a julio, hasta los 101,90 dólares, a pesar de que el crecimiento del consumo energético es "saludable" este año y lo será el próximo, señala el documento.

También las cotizaciones de otros crudos de referencia, como el Brent europeo y el Texas estadounidense (WTI), cerraron agosto con caídas intermensuales del 7 % y el 7,9 %, respectivamente, aunque entretanto han vuelto a subir.

El Brent cerró este lunes en 93,97 dólares/barril, un 1,22 % más que al finalizar la sesión anterior, al tiempo que el WTI avanzaba un 1,1 %, hasta los 87,78 dólares/barril.

Estos valores siguen lejos de los picos cercanos a los 120 dólares registrados en junio.

"Los fondos de cobertura y otros gestores de dinero redujeron sus compras de contratos de futuros. Los mercados de papel (de especulación financiera) y físicos están cada vez más desconectados", afirman los expertos de la OPEP.

"En cierto modo, el mercado se encuentra en un estado de esquizofrenia", que envía "señales erróneas en momentos en que se necesitan más que nunca una mayor visibilidad y claridad y unos mercados que funcionen bien" frente "los enormes riesgos e incertidumbres" actuales, añaden.

Además, "el aumento del valor del dólar frente a otras divisas y las expectativas de las subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense y del Banco Central Europeo añadieron presión a la baja sobre los precios del petróleo".

Pese a ello, la OPEP asegura que la volatilidad de los precios no empaña las previsiones de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2022 y 2023.

"Se espera que la demanda en 2023 se vea respaldada por unos resultados económicos todavía sólidos en los principales países consumidores, así como por las posibles mejoras en las restricciones por la covid-19 y la reducción de las incertidumbres geopolíticas", indica el informe.