El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, en inglés) se mantuvo en julio en el 2,5 %, en línea con lo esperado por los analistas, algo que apuntala la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) anuncie su primera bajada de tipo en más de cuatro años.

El dato de inflación preferido por la Fed se mantuvo sin cambios en julio, mientras que el indicador subyacente, que excluye los volátiles alimentos y energía, fue del 2,6 %, al mismo nivel que en junio, según datos de la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA, en inglés).

El dato subyacente está ligeramente por debajo del 2,7 % que esperaban los analistas económicos.

El índice PCE de julio con respecto al mes previo aumentó un 0,2 %, mientras que excluyendo los alimentos y la energía el dato se mantuvo también en el 0,2 %.

El coste de la vivienda aumentó mes a mes un 0,4 % en julio, mientras que los ingresos personales aumentaron un 0,3 % y el gasto de consumo se incrementó un 0,5 %.

Mientras tanto, los precios de bienes se redujeron un 0,1 %, mientras que en servicios la inflación con respecto a junio se situó en el 0,2 %.

Según indicó el economista jefe del fondo Vanguard, Joe Davis, estos datos de inflación no deberían afectar al ritmo esperado de recorte de tipos, que el presidente de la Fed, Jerome Powell, sugirió recientemente que podría llegar en la próxima reunión en septiembre.

En opinión de Omar Sharif, responsable de Inflation Insights, los datos de PCE de julio deberían ser vistos por la Fed con la tranquilidad de que una bajada de los tipos de interés no desencadenará una subida de los precios.

Los mercados ya dan por segura una bajada de tipos de interés tras la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal, por lo que Wall Street no reaccionó con grandes movimientos a la noticia de la inflación PCE.