En muchos países es común escuchar que las personas se quejan por el alto costo de la vida, ya sea al entrar a un supermercado para comprar sus alimentos o al momento de adquirir algún tipo de servicio.

Cuando las cosas aumentan de valor, es común escuchar hablar de inflación, pero, ¿qué es?. La palabra se refiere a un aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un periodo de tiempo. 

El vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sociales (CREES), Miguel Collado, explica que “la inflación se conoce como el incremento sostenido de los precios. Un incremento generalizado de los precios de bienes y servicios”.

Se dice que las consecuencias de la inflación pueden ser en algunos casos positivas y en otros negativas, por ejemplo: 

  1. Con el alza en los precios se puede reducir el valor de las deudas. Esto se debe a que si hay inflación en una economía, aunque los salarios suben al mismo ritmo, la deuda sigue siendo la misma que antes, o sea que el valor real de la deuda será menor que antes de que se subieran los precios.
  2. Si la subida de los salarios no es por lo menos igual a la subida que hay en los precios, el poder adquisitivo bajará. Para entenderlo de alguna manera, imagínate que en tu trabajo te aumentan el sueldo un 10% en el último año, sin embargo, la inflación ha sido del 20% en este mismo lapso de tiempo. Eso significa que, aunque hayan aumentado tus ingresos, puedes comprar un 10% menos con ese salario.
  3. La inflación provoca que el dinero pierda valor, por lo que motivará a consumir y gastar el dinero, en vez de ahorrarlo, ya que si el dinero va a valer menos en el futuro, los ciudadanos e inversores preferirán gastarlo ahora.

¿Cómo percibe el ciudadano común la inflación?

“Cuando compra prácticamente cualquier bien o servicio va a sentir que ha aumentado en relación a cómo lo compró hace uno, dos, tres o cuatro meses atrás y por eso precisamente es algo generalizado y constante en un período de tiempo”, responde el economista Collado. 

El especialista agrega que la inflación es esencialmente un fenómeno monetario. “El dinero pierde su valor en comparación con los bienes que puedes comprar, porque tienes más dinero, buscando esa misma cantidad de bienes”, indica.

Para entender por qué se produce la inflación, clasificaremos sus causas en dos categorías: inflación por demanda e inflación por oferta.  

Inflación por demanda se refiere a que los precios de los bienes y servicios aumentan en la medida en que las personas están dispuestas a adquirirlos.  

Una manera sencilla de entender por qué pueden subir los precios cuando hay una mayor demanda es pensar lo que sucede en una subasta, se ofrece un producto que es de interés para los participantes, y según el deseo que van mostrando, el precio va aumentando hasta ser adjudicado o(vendido) a aquel comprador que está dispuesto a pagar el precio más alto.

Lo mismo sucede en algunas situaciones o épocas del año donde el vendedor sabe que puede subir estratégicamente el precio a sus productos para ganar más dinero.

La inflación por oferta es el aumento o disminución que pueden tener los bienes y servicios debido a la cantidad que existe de estos en el mercado. 

Imagina que debido a algún fenómeno climático (como sequías o heladas) hay escasez de alimentos sin que haya suficientes productos para todos, esto motivará a los vendedores a aumentar los precios para sacarle el mayor provecho al desabastecimiento de alimentos.

Ya sabes qué es la inflación y cómo puede producirse, pero ¿se puede enfrentar esta situación?

“A veces no hay muchas opciones lamentablemente, la idea sería que las autoridades con los mecanismos que tienen puedan ir reduciendo la liquidez para que haya una cantidad menos excesiva de dinero, y por lo tanto incide menos en la inflación, además de que las autoridades creen condiciones para que la economía tenga menos costos internos. Como individuos te diría que ser prudentes  con el gasto del hogar y buscar alternativas de ingresos, porque lamentablemente no hay mucho que uno pueda controlar en ese sentido”, asegura Collado. 

Llevar una autogestión financiera responsable, ser moderados a la hora de gastar, ahorrar y buscar alternativas de ingresos son las formas en las que podemos lidiar con estas constantes situaciones, que pueden incidir en los bolsillos de la gente y se hacen evidentes cuando entramos al supermercado o solicitamos un servicio.