La criminalidad está “lamentablemente, bien organizada” y avanza a un ritmo mucho más acelerado que los esfuerzos por mitigar sus efectos.
Así lo aseguró la directora Unidad de Análisis Financiero (UAF), Aileen Guzmán, durante la celebración del III Congreso Latinoamericano de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Coplaft).
Indicó que se estima que el lavado de activos a nivel mundial equivale entre el 2 % y el 5 % del PIB global y que no podrá existir un desarrollo profundo si no se combate al crimen organizado y a sus fuentes de financiamiento. “Esa lucha requiere de esfuerzos coordinados y que se trabaje a través de una alianza público y privada fomentando la colaboración entre ambos sectores para lograr los resultados esperados”.
Sostuvo que la transparencia no es solo una responsabilidad de los gobiernos y que no se puede permitir ningún tipo de complicidad con las empresas criminales.
“Las políticas de prevención y persecución de lavados de activos cumple un rol clave para la protección del orden económico y financiero, y sobre todo con el desarrollo de los países, a eso se le suma el hecho de que las maniobras de lavado de activos se conectan con los diversos mercados ilegales existentes de diversas jurisdicciones , la naturaleza de estos delitos genera un impacto global afectando tanto el ámbito económico pero sobre todo el amito social; eso es aún más evidente en un mundo interconectado, donde la tecnología facilita un flujo de capital cada vez más libre y menos detectable entre países y continentes”, puntualizó.
Guzmán planteó que para enfrentar este desafío, es fundamental trabajar de manera conjunta y coordinada, enfocándose en los pilares fundamentales que componen un sistema antilavado: prevención, detección y persecución.
El Congreso Latinoamericano de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, por primera vez en República Dominicana como sede, es organizado por la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA) y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).
Rosanna Ruiz, presidenta de ABA, expresó la digitalización, junto con las tecnologías emergentes, ha abierto nuevas posibilidades para hacer más efectivos los programas de cumplimiento, optimizar recursos, y detectar amenazas de manera más precisa. Sin embargo, dijo, también ha traído consigo nuevas complejidades que requieren respuestas ágiles y coordinadas.
En ese sentido, dijo que la unión regional es una pieza clave para fortalecer los sistemas y garantizar que las acciones tengan un impacto real tanto a nivel local como global.
Asimismo, Lidia Ureña, presidenta del Comité Latinoamericano para la Prevención del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Coplaft), sostuvo que el lavado de activos es un flagelo que afecta directamente el desarrollo de los países.
“Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC), cada año el lavado de activos implica entre el 2 y el 5 % del Producto Interno Bruto del mundo. Qué diferentes serían las realidades de nuestras naciones si estos fondos vinculados al lavado de activos pudieran ser utilizados en iniciativas para fortalecer la salud, la educación, el desarrollo integral de nuestra gente”, manifestó
En tanto, Giorgio Trettenero, secretario general de Felaban, llamó a que se busquen nuevas estrategias de manera permanente a fin de vencer las amenazas en torno al lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
"Tenemos que poner esfuerzos para que las cosas no sigan así. Buscar nuevas estrategias de manera permanente y convertir retos en oportunidades", expresó.
El tercer congreso latinoamericano de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo se lleva a cabo hasta este viernes y aborda el uso de nuevas tecnologías en la identificación y mitigación de riesgos de blanqueo de capitales.