Invertir más en infraestructura de calidad se ha convertido en una necesidad para República Dominicana, sobre todo si quiere lograr desarrollar su capacidad exportadora.
Esa conclusión se dio luego de una comparación con 184 economías del mundo en el Índice de Calidad Global de las Infraestructuras (GQII), donde la calidad de las infraestructuras del país quedó por debajo de la media.
Aunque la valoración se realizó con datos del 2020 (es el más reciente), hoy en día la calidad sigue siendo una de las principales trabas para las micro, pequeñas y medianas empresas al querer llegar al mercado internacional.
De acuerdo con datos del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), el 23.3 % de las empresas que tienen factores que limitan el incremento de su producción es por dificultades en el mercado local, mientras que un 12.0% lo presentan en el mercado exterior.
Este porcentaje es parte de la Encuesta Nacional de Desarrollo Industrial y Sostenibilidad (ENDIS), partiendo de la respuesta de 224 empresas grandes, medianas, pequeñas y micro, pertenecientes a sectores de energía, manufactura y minería.
Las dificultades para comprar a proveedores locales la tienen el 23.8%, siendo la principal causa los plazos de entrega y la calidad. Lo mismo ocurre a la hora de vender, la calidad de sus productos es una de las limitantes, con un 10.0 %.
En cuanto al mercado internacional, el 37.3% no ha vendido productos en el exterior y del 58.1% que, lo ha logrado, el 15.9% ha tenido alguna dificultad.
Una cultura de calidad
El fortalecimiento del Sistema Dominicano para la Calidad (Sidocal), elevar los estándares de los productos y servicios, mejorar la competitividad de las industrias y posicionar la “Marca País” en el mercado internacional, es en lo que está enfocado el Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal), según su director general.
Lorenzo Ramírez cree que la calidad es un tema cultural. Las instituciones o empresas que deciden optar por una certificación lo hacen de manera voluntaria, por lo que no es obligatorio.
“Solo cuando la necesitan para un tema de exportación deciden hacer la certificación, pero lo ideal es que se trabaje como una cultura y ellos decidan hacer el proceso para que su institución demuestre que tiene competencia, calidad en los productos de bienes y servicio que provee”, indica
De acuerdo al MICM solo el 65% de las empresas cuentan con certificaciones en diferentes guías de gestión, como la ISO 9000 sobre calidad (42%), la ISO 14001 de gestión ambiental (30.1%), la NORDOM, normas dominicanas para la calidad (2.5%) y la ISO 22000 sobre seguridad alimentaria (5.6%).
El problema, según Ramírez, es que cuando un empresario se le presenta el tema de certificación lo primero que ve es el costo, antes del beneficio.
“El hecho de estar certificado te hace más eficiente se traduce en productividad, que tendrás productos con menor costo y vas a tener mayor rentabilidad; son de los costos asociados que tiene la buena calidad que se debe trabajar para que esa cultura en el empresariado, ciudadano de a pie que es el consumidor, en los altos importadores, vean en ellos un valor de mejores productos a menor costo y con mayor agilidad, y eso a su vez se traduce en cumplir con la necesidad de los consumidores”
El funcionario considera que los empresarios deben entender el costo de la mala calidad, porque el garantizar un proceso estándar certificado, favorece a no tener pérdidas, a una buena reputación y a la permanencia en el mercado internacional.
Asegura que muchos lo han entendido, que una muestra de ello son los rubros que son referentes en el exterior como el tabaco y el ron. “Hay una generación más informada y comprende que trabajar por la buena calidad tiene mayor beneficio”, afirma
Cree que la cultura de la calidad será más establecida cuando los consumidores sean más exigentes. Esto hará, sostiene, que las empresas busquen cumplir con esas necesidades.
Los recursos son limitados De acuerdo con el director general del Indocal, hay que invertir más en calidad para que se tengan los resultados de competitividad que verdaderamente quiere el país. |
¿Qué se está haciendo?
El Indocal a través de la Dirección de Evaluación de la Conformidad, entregó 449 certificaciones de Calidad en 2022, de las cuales 321 corresponde a certificados de Normas de Buenas Practicas de Higiene (BPH) en las cocinas, para un incremento de un 62% en comparación con las 198 certificadas en 2021.
En materia de normalización, la entidad puso a disposición de la ciudadanía y la industria local 62 nuevas Normas Dominicanas (NORDOM), entre ellas: la NORDOM ISO 21001 sobre organizaciones educativas, NORDOM 675 para el etiquetado nutricional y NORDOM ISO/PAS 45005-2020 sobre gestión de la seguridad y salud en el trabajo.
Estas normas buscan elevar la calidad y eficiencia en el sistema de enseñanza y el desarrollo de competencias para la gestión de potenciales crisis sanitarias que afecten el mercado laboral.
Asimismo, capacitaron a 2,000 micro, pequeños y medianos empresarios para su certificación en las Normas de Buenas Prácticas de Higiene (BPH) y Manufactura (BPM), para que pudieran cumplir con los estándares de calidad requeridos mediante el Decreto 31-22, para participar en los procesos de licitación pública de las instituciones que ejecutan programas de asistencia a poblaciones vulnerables.
Según la entidad, logró un incremento de un 31% en las recaudaciones institucionales fruto de las transacciones de contraprestación de servicios, al pasar de RD$ 108 millones en 2021 a RD$ 141 millones el pasado año.