La confianza de los consumidores dominicanos se deteriora en respuesta a diversos factores, bajando 1.7 puntos, para ubicarse en 77.2 en la última medición de abril 2023, con respecto a noviembre 2022.

Así lo establece el Índice de Confianza al Consumidor (ICC), publicado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el cual atribuye esta disminución del ICC, principalmente a la percepción de una mayor incertidumbre en el mercado laboral y a una coyuntura de menor dinamismo en la economía nacional.

“En general, los hogares continúan percibiendo con moderado pesimismo la situación económica familiar y del país, comportamiento característico de los consumidores dominicanos”, así lo explica el informe.

De acuerdo con el informe, este comportamiento es el reflejo de la ralentización de la actividad económica registrada en el primer trimestre del año; con una tasa de expansión del PIB real de 1.4 %.

Sobre el mercado laboral, el informe indica que la confianza se redujo 4.5 puntos, para ubicarse en 81.5. “Cabe destacar que los dos componentes del índice laboral se redujeron significativamente, no obstante, el índice de expectativas se mantuvo en un nivel moderadamente optimista, señal de que la confianza de los consumidores en la condición futura del mercado de trabajo se mantiene afianzada".

En cuanto a los indicadores de confianza de precios, ahorro y consumo, dice el informe que los consumidores percibieron una mejoría en el periodo, con incrementos de 1.1 puntos, 3,3 puntos y 10.0 puntos respectivamente.

“Estos resultados eran visibles, debido a que, a pesar de la ralentización de la actividad económica, el país ha logrado mantener un clima macroeconómico favorable, en tanto que el sistema financiero se ha mantenido estable con los niveles de solvencia necesarios para impulsar el crédito y el consumo”, indica el informe.

En cuanto a la evolución de precios, señala el informe que la coordinación de las medidas fiscales y monetarias ha logrado contener las presiones inflacionarias. No obstante, estos indicadores se mantienen en terreno pesimista, especialmente el de precios y consumo.