A 2021, la tasa de ocupación laboral en la zona fronteriza es de 53.0 % inferior a lo observado en el resto del país (59.9%) y en provincias como El Seibo (57.0 %) o Hato Mayor (56.4 %) con un nivel socioeconómico similar a los territorios colindante con Haití.

El dato está registrado en el documento Monitor de la Frontera correspondiente al mes de mayo, publicado por la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

"El desafío de establecer una zona fronteriza con una alta tasa de ocupación laboral, escolaridad y reducción de la brecha de género en materia de empleos y oportunidades no es exclusivo de la República Dominicana", indica el documento.

Sostiene que otros países de la región han tomado medidas para reducir estas brechas; en Chile se ha puesto en práctica diferentes programas para mejorar la inserción de jóvenes y mujeres al mercado laboral, a través del incentivo a la contratación a través de bonificaciones y subsidios, y por medio de programas de capacitación dirigidos a fortalecer las capacidades de los beneficiarios.

La publicación sostiene que la baja laboral estaría relacionada a la baja capacidad de absorción de mano de obra en el territorio. Señala que el territorio solo cuenta con el 4.1 % de los establecimientos comerciales e industriales a lo largo y ancho del territorio nacional.

Adicionalmente, se observa que la tasa de ocupación es menor en las mujeres del territorio (39.2 mujeres contra 66.5 hombres).

El Monitor de la Frontera de mayo 2023 destaca también que la baja ocupación femenina está alineada a las estadísticas de la región, según reporta el informe “Panorama laboral de América Latina y el Caribe 2019” (OIT, 2019) con el dato de que la brecha de género en participación laboral es aún relevante, a pesar de que ha venido cerrándose lentamente en las últimas décadas.

En el territorio, al analizar de forma general la razón por la cual las personas no han buscado trabajo se observa que la dedicación a quehaceres del hogar ocupa el segundo lugar (26.6%) de las razones dadas. En adición, al desagregar por sexo se obtiene que el 40.7% de las mujeres dijo que no había buscado trabajo por dedicarse a los quehaceres del hogar, muy por encima del 1.5% de los hombres que afirmó lo mismo.

Lo anterior quiere decir que la brecha de género en la tasa de empleo limitaría el potencial de crecimiento económico al restringir la participación laboral de la mitad de la población, y también puede conducir a una distribución desigual del ingreso y la riqueza.

Según el documento de la Dirección de Políticas de Desarrollo Fronterizo, en términos de educación, en el caso de la zona fronteriza, el 69.6% de las personas en edad de trabajar con educación universitaria se encontraba ocupada. Esta cifra tiene variaciones provinciales, siendo Bahoruco (59.0%) la provincia con menor proporción de universitarios ocupados de la zona y del país.

Es importante resaltar que la población ocupada del territorio (23.4% universitarios) acumula menos años de educación que el resto del país (30.4%) lo que se traduce en una mayor vulnerabilidad y riesgo para las personas ocupadas y no ocupadas del territorio.

Además, a partir de los 17 años la población de la zona presenta una reducción importe en los años de escolaridad lo que pudiese ser explicado por factores de vulnerabilidad dentro del territorio como la pobreza, baja conectividad, deficiencia de acceso al servicio educativo, entre otros