La asignación presupuestaria para utilería escolar para este 2024 del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), es de RD$ 4,463 millones. De estos se ha ejecutado el 74 %, es decir, unos 3,302 millones en la adquisición de útiles para este nuevo año escolar que se inició hace tres semanas.
Entre abril y agosto el Inabie entregó unos 1.8 millones uniformes y útiles a estudiantes del sector público, y de acuerdo con su director ejecutivo, Víctor Castro, se entregó el 100 % y aún tienen en “inventario” para responder ante cualquier situación que se presente.
En las tres semanas que tiene en curso el año escolar, no se ha presentado ningún imprevisto, o por lo menos, según palabras de Castro “nadie se ha quejado porque no le llegó uniforme”.
La respuesta de Víctor Castro corresponde a cuestionamientos sobre estudiantes a quienes se le entregaron zapatos, camisetas y pantalones que no corresponden a sus tallas, pero de acuerdo al funcionario: “No podemos tomar la medida tipo sastre a más de 2 millones de estudiantes”.
Un caso como ejemplo que llegó a Acento. David es un adolescente de 16 años a quien le entregaron unos zapatos talla 37 de niños pequeños (entre 7 a 8 años), cuando el calza 38 de adulto. La respuesta en el centro educativo es que no se devuelven y debía llevárselo aunque no le sirvieran.
Este calzado, está dentro los contabilizados por el gobierno como entregados y como beneficio a una familia, “reduciendo el gasto en útiles escolares”.
¿Cómo se entregan los uniformes?
Para que todos los niños sean beneficiados, el Inabie envía los uniformes conforme a tallas por edades y matricula de cada centro educativo, traduciéndose así, de acuerdo con la entidad, al beneficio de toda una familia.
Es decir, si en una escuela hay 500 estudiantes entre los 3 a 15 años, se envían los uniformes por las tallas correspondientes a los niños de esa edad.
¿Qué pasa cuando al estudiante no le sirve el uniforme? Deben comunicarlo dentro de 24 a 48 horas para proceder al cambio.
“Hemos certificado que al 100 % de los centros llegó uniforme y podemos responder porque tenemos inventario para hacerlo”, indicó Castro.
Antes la pregunta de cómo monitorea la institución cuando los uniformes no corresponden a las tallas de los estudiantes, la respuesta del funcionario es que “es un desafío que tiene Inabie”.
“Si Buscas un niño normal de 9 años en Higüey y uno normal de 9 años en Bánica, en el sur y vas a ver que el nivel de desarrollo de ese niño es diferente. Entonces ¿Qué hacemos? Como comprenderás, no podemos tomar la medida tipo sastre a más de 2 millones de estudiantes; Todavía yo le mido tipo sastre y cuatro meses después ya la medida no le sirve”, sostuvo.
Para completar el proceso de entrega, primero se envían los uniformes a las regionales (18 a nivel nacional), luego pasan al distrito educativo (122) y finalmente a la escuela de acuerdo a la matrícula, donde hacen entrega a los alumnos.
Según el director ejecutivo del Inabie el mandato es que una vez el uniforme llegó al centro escolar, en 24 a 48 horas los insumos que no corresponden a las tallas de los alumnos deben ser devueltos para su sustitución por las “tallas reales”.
“Seguro que a tres semanas después, eso ya se subsanó”, aseguró refiriéndose a los casos de niños que se quedaron sin uniforme porque no le correspondieron a sus tallas.
Dijo que se debe tratar del 5 % de los uniformes, porque entiende que 95 % tienen tallas reales. “Eso va pasar otra vez el próximo año escolar, pero lo más inteligente que hemos podido es hacerlo por talla”, concluyó.