La lucha contra la pandemia mundial y la guerra en Ucrania han llevado al mundo al borde de la recesión, con la pobreza y la desigualdad disparadas, todo ello con el telón de fondo de una crisis climática exacerbada, afirmó la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT). 

Señaló que una vez más, los efectos de la crisis del coste de la vida, la ralentización del crecimiento y los elevados niveles de endeudamiento están afectando de forma desproporcionada a los hogares más vulnerables.

En su mas reciente informe sobre las “medidas fiscales de emergencia para hacer frente a la crisis de la inflación”, la comisión llamó a los gobiernos a aplicar medidas fiscales de emergencia, en particular a las empresas que se benefician de la crisis, para hacer frente a la desigualdad y reconstruir economías más sostenibles y resistentes.

Mientras la inflación hace estragos en el mundo, algunas empresas obtienen beneficios récord. Es por esto que instó a los países a gravar los superbeneficios de las empresas, y especialmente los beneficios inesperados generados por la pandemia y la guerra, puesto que podría contribuir a la cohesión social y generar ingresos adicionales que podrían mitigar parcialmente el efecto negativo de la inflación sobre los más pobres.

"Lo que se suponía que era un “acuerdo histórico”, liderado por el G20 y la OCDE, ya carecía de ambición y no cumplía los requisitos ni las posibilidades. Pero, sorprendentemente, incluso este esfuerzo limitado está ahora atascado en un impasse político a nivel de los países ricos (EEUU y la UE)", indicó.

La ICRICT sugirió a los países a no esperar. En su lugar, deben avanzar y considerar sus propias medidas alternativas, formuladas si es posible de forma coordinada, para ser aplicadas activamente sin demora.

Aseguró que estas medidas proporcionarán los recursos que se necesitan desesperadamente ahora y crearán la presión necesaria para forzar el cambio hacia una arquitectura fiscal internacional verdaderamente equitativa, que requerirá debates multilaterales que vayan mucho más allá del proceso actual.