Una crisis de confianza en el sistema bancario ocurre cuando los depositantes y otros participantes del mercado pierden la confianza en la solidez y solvencia de los bancos. Esto puede ser provocado por una serie de eventos, como la quiebra de un banco importante, el fracaso de un gran número de préstamos, o incluso por una percepción generalizada de que el sistema bancario está en peligro.

Cuando ocurre una crisis de confianza en el sistema bancario, los depositantes pueden retirar su dinero del banco y, en casos extremos, puede haber una corrida bancaria. Esto puede provocar que el banco no tenga suficiente dinero en efectivo para satisfacer la demanda de los depositantes, lo que puede llevar a la quiebra del banco.

Las crisis de confianza en el sistema bancario pueden tener graves consecuencias económicas, ya que los bancos son una parte esencial del sistema financiero y su falla puede tener efectos dominó en todo el sistema.

Para evitar este tipo de crisis, los gobiernos y los reguladores financieros pueden tomar medidas preventivas, como asegurarse de que los bancos mantengan suficientes reservas y capital para resistir eventos adversos, y proporcionar una garantía de depósito a los depositantes para aumentar la confianza en el sistema bancario.

En los Estados Unidos de América existen más de 4,900 entidades bancarias, y la quiebra de tres entidades bancarias dos regionales Signature Bank y Silvergate Bank, así como un banco nacional el Silicon Valley Bank, el número catorce en el ranking por tamaño de activos, han puesto en vilo a las pequeñas y medianas entidades bancarias que operan de costa a costa en dicho país.

Para asistir a estas entidades, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) en menos de una semana ha tenido que colocar asistencia en préstamos en todo el sistema bancario por más de 350 mil millones de dólares, con la finalidad de calmar esta crisis de confianza en sistema bancario estadounidense y frenar la caída en el precio de las acciones de casi todas las entidades bancarias que cotizan en la bolsa de valores de dicho país.

En el caso de la República Dominicana, en los últimos veinte años 2004-2023, el Sistema Financiero se ha transformado, logrando superar las debilidades que generaron la crisis del año 2003, reconocido por organismos internacionales, agencias calificadoras de riesgos e inversionistas extranjeros como un referente en cuanto a su fortaleza por su capitalización, solvencia, gestión de riesgos, calidad en su cartera de préstamos, y con muy buenos indicadores financieros.

En efecto, el Patrimonio Neto del Sistema Financiero pasó de RD$40,875.37millones en agosto de 2004 a RD$ 350,354.55 millones a diciembre de 2022, es decir, la capitalización es hoy 8.6 veces mayor, lo que revela el compromiso de los accionistas de los bancos en fortalecer año por año la base patrimonial de las entidades bancarias.

El aumento sostenido del patrimonio neto se refleja en un índice de solvencia que oscila hoy día en un 16.72%, superior al requerimiento mínimo de 10% establecido en la Ley Monetaria y Financiera y al 8% recomendado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.

La Ley Monetaria y Financiera establece en su Artículo 46, literal E, que las entidades de intermediación financiera deben mantener un coeficiente de solvencia mínimo de un 10%. Esto implica que deben tener un nivel de patrimonio técnico suficiente para respaldar los activos y contingentes ponderados por riesgo crediticio, riesgo cambiario y riesgo de tasa de interés asociados a sus operaciones.

En ese sentido, el Sistema Financiero Dominicano registra un sobrante de capital de RD$129,452.94 millones, que representa la base para sustentar el crecimiento de la cartera de créditos y muestra que las entidades de intermediación financiera tienen recursos para absorber posibles pérdidas, es decir, que cuentan con un colchón de capital para salvaguardar la estabilidad financiera que se ha mantenido desde agosto 2004.

Conforme a los datos oficiales publicados por la Superintendencia de Bancos, en su página web www.sb.gob.do, a nivel individual, todas las entidades bancarias cumplen con la solvencia exigida por la Ley Monetaria y Financiera, siendo las entidades bancarias BACC, CONFISA, MOCANA, CIBAO Y APAP, las que exhiben un mayor índice de solvencia al cierre de diciembre del año 2022.

Vista estas informaciones desde la perspectiva del sobrante de capital, las doce entidades con mayor fortaleza patrimonial son las siguientes:

Encabezadas por el POPULAR, BHD, APAP, RESERVAS y CIBAO.

Es importante reiterar, que una entidad bancaria con un patrimonio fuerte, congruente con su perfil de riesgo, le permite incrementar su cartera de préstamos, apoyar la actividad productiva para impulsar el crecimiento económico del país, y a su vez tener una mejor capacidad de hacer frente a eventos económicos y financieros adversos.

En conclusión, todas las entidades bancarias, en términos generales presentan robustez y fortaleza patrimonial que se reflejan en una buena solvencia, adquirida desde finales del año 2004 hasta la fecha, gracias a la buena conducción de la política monetaria y financiera dirigida desde la Junta Monetaria, el fortalecimiento continuo de la supervisión por parte de la Superintendencia de Bancos, así como también a la madurez y mejores calidades de las personas que integran los Consejos y Alta Gerencia de las entidades bancarias.

La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del Sistema Financiero Dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor. Email jgmartinez20@icloud.com, o seguir en Instagram en @Jesusgeraldomartinez.