La primera gestión del presidente Luis Abinader (2020-2024) tuvo ciertos éxitos en cuanto al manejo de la economía, pero también sus debilidades. En este periodo hubo una baja inversión pública, lo que de acuerdo con el economista Antonio Ciriaco Cruz, tendrá que cambiar para el próximo cuatrienio.

La inversión pública durante el primer gobierno de Abinader, quien mañana asumirá un nuevo mandato constitucional, fue alrededor de 2.2 % del producto interno bruto (PIB), mientras que el gasto en intereses a la deuda fue de 3.5 % del PIB.

"Esa lógica tendrá que cambiar en un próximo cuatrienio ya que en el pasado le quitó capacidad al gobierno de hacer políticas pública de desarrollo productivo y de inversión en infraestructura y servicios públicos", manifestó el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

El período gubernamental que recién concluye, se caracterizó por "sortear" tres importantes choques externos que matizaron su política económico, según Cruz.

Un primer choque fue el COVID-19 . "Esta pandemia cerró la actividad económica en el año 2020, y la economía dominicana tuvo un crecimiento negativo de -6.0 %. Posteriormente con el "Plan de Vacunación", que constituyó la mejor "política económica" hubo un proceso de reapertura de la actividad económica, a tal punto que la economía dominicana tuvo un crecimiento de 12.1 % . Incluso si se descuenta el "efecto rebote", el crecimiento fue de 4.7 %, uno de los crecimientos más altos de la Región".

Otro choque externo que matizó a la política económica  fue la disrupción en la cadenas de suministros globales. El economista explicó que debido al proceso de recuperación a partir del segundo semestre del 2021, se produjo un incremento de la demanda de todos los bienes y servicios a nivel global, lo que provocó desajustes, siendo la oferta menor que la demanda.

"Esto provocó incrementos de precios, particularmente del transporte y fletes marítimos. Con esta situación se inicia un proceso inflacionario, que posteriormente se exacerba con otro choque externo que estalla con la guerra entre Rusia y Ucrania".

La guerra entre Rusia y Ucrania matizó la política económica del presidente Abinader. Con este conflicto bélico se elevaron todos los precios de los commodities (materia prima)  y alimentos, igual el precio de los hidrocarburos: petróleo, gas natural y carbón mineral.

"Esto impactó los costos de importantes industrias nacionales y provocó incrementos en los precios de los alimentos y combustibles, a tal punto que la inflación anualizada en abril del 2022 fue de 9.64 %. Esto provocó que la política monetaria se endureciera, es decir, fuera más restrictiva, lo que llevó al Banco Central a elevar su tasa de política monetaria hasta un 8.5 %", detalló.

Consideró que esta política monetaria restrictiva, si bien es cierto que ralentizó la economía, no es menos cierto que fue efectiva para disminuir y controlar la inflación hasta llevarla a 3.7 %, un poco por debajo de la inflación meta que es un 4 %.

Otro elemento que contribuyó para que la inflación no se elevara a dos dígitos fue la política de subsidios a los combustibles e insumos agrícolas, lo que se complementó con las ayudas directas a los grupos más vulnerables.

"En definitiva, el pasado período de Luis Abinader pudo sortear con cierto éxito los choque externos. La economía mantuvo un crecimiento promedio de 6.5 % (excluyendo el efecto pandemia) y una inflación promedio de 6.9 % en el periodo 2021-2023. A pesar de los choques, hubo una recuperación de los empleos que se perdieron en la pandemia, llegando a una población ocupada de 4.9 millones", concluyó.