El euro ha caído este martes hasta los 1,092 dólares después de que el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos repuntara en febrero hasta el 3,2 % interanual, frente al 3,1 % de enero.
La moneda única se cambiaba a 1,0918 dólares hacia las 16:00 horas GMT de este martes, frente a los 1,0927 dólares de las últimas horas de cotización de ayer.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) ha fijado el tipo de cambio en 1,0916 dólares.
Durante la sesión, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos ha confirmado que los precios en el país subieron un 3,2 % en febrero a nivel interanual, mientras que respecto al mes anterior aumentaron un 0,4 %.
La mayor parte del alza, el 60 %, vino atribuida al aumento de los precios de la vivienda y la gasolina, mientras que el índice de precios de la energía creció un 2,3 % respecto a enero y el de los alimentos se mantuvo casi sin cambios.
La inflación interanual subyacente -que no incluye los precios de alimentos ni energía por su volatilidad- se situó en el 3,8 %, frente al 3,9 % del mes anterior, pero todavía muy por encima del objetivo de estabilidad de precios de la Reserva Federal (Fed).
Este organismo aseguró que esperaba bajar los tipos, que actualmente se encuentran en un rango entre el 5,25 y 5,5 %, a lo largo de este año, pero que sigue encontrando en la inflación su gran tarea pendiente para poder hacerlo.
Junto con el IPC de Estados Unidos, hoy también se ha conocido el dato definitivo de la inflación en Alemania, que se situó en febrero en el 2,5 %, lo que supone mantener las cifras provisionales publicadas por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Además, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha mantenido sin cambios su pronóstico de un sólido crecimiento de la demanda mundial de petróleo este año, de un 2,2 % interanual, basado en una expectativa optimista sobre el desarrollo de la economía mundial.
La moneda única se ha cambiado hoy en una banda de fluctuación de entre 1,0905 y 1,0939 dólares.