En el 2022, tomando en cuenta la incertidumbre en materia económica por los factores internacionales, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, se podría decir que a República Dominicana le fue “más o menos bien”.
Pese a un crecimiento proyectado para el cierre del año de un 5 % y una inflación con tendencia a la baja, el 2023 se acerca con una posible desaceleración en la economía global como principal desafío.
Para tener un balance del comportamiento de la economía dominicana en 2022 y las perspectivas para el 2023, Acento conversó con los economistas Nelson Suárez y José Enrique Lois Malkun.
De acuerdo con el economista Nelson Suárez, que el país haya podido pasar sin mayores consecuencias las turbulencias generadas por la crisis internacional exacerbada por la invasión a Ucrania, con sus secuelas de alza de precios, es un gran logro. Sin embargo, afirma que si ampliamos el análisis desde un enfoque multidimensional, “encontraremos que pese a las aceptables cifras de crecimiento del PIB, posiblemente seguimos siendo la tortuga más rápida y no la gacela que pensamos ser”.
Según las cifras oficiales de crecimiento, a septiembre, la economía dominicana muestra una evolución satisfactoria registrando una expansión del PIB de 5.4 % con relación a 2021. Este crecimiento ha sido impulsado por los servicios, principalmente por el dinamismo mostrado por hoteles, bares y restaurantes, que al mes de noviembre según el Banco Central, se ubicó en 26.8 %.
Suarez sostiene que este crecimiento no se traduce en mejoría para las grandes mayorías que deben conformarse con niveles salariales bajísimos y condiciones de pobreza significativos.
Si evaluamos la situación de la economía dominicana en el 2022 a la luz de la inestabilidad y la incertidumbre de la economía y el mundo en el año que está por finalizar debemos estar de acuerdo en que en términos generales al país le ha ido relativamente muy bien.
El exgobernador del Banco Central, José Enrique Lois Malkun, sostiene que si la economía se ha mantenido creciendo sobre el 5 %, es por el crédito (prestamos de la banca) que continúa casi con el mismo dinamismo de meses anteriores (15.5 % de crecimiento entre diciembre 2021 y noviembre 2022), aunque las tasas de interés han aumentado entre un 30 % y 40 %.
Consideró que el crédito podría comenzar a contraerse cuando las tasas se sigan ajustando y superen el 15 % para las hipotecas y el 20 % al consumo y préstamos personales. Eso podría suceder en los primeros meses del 2023.
Evolución económica 2022
Inflación. Aunque con respecto al mes de abril la inflación muestra una mejoría, los datos a noviembre indican un nivel de 7.58 % casi el doble de la meta de 4 % fijada por el Banco Central y superior al 5.88 % acumulado de 2021. Suarez sostiene que se puede destacar el hecho de que el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas a noviembre registra una inflación de 9.79 %, 29.3 % por encima de la inflación general.
"Esto impacta mayormente a los grupos de menos recursos que destinan la mayor parte de sus ingresos a este tipo de bienes".
Sector Externo. Si bien las cifras del BCRD muestran mejoría al mes de septiembre de este año con respecto a 2021, igualmente se registra un déficit en la cuenta corriente de US$ 5,133.9 millones, más de doble de los US$ 1,672.9 millones de 2021 y un crecimiento de las importaciones de 35.7 % frente a las exportaciones que solo lo aumentaron un 14.2%.
Sector Fiscal. Las informaciones de la ejecución presupuestaria a noviembre muestran un crecimiento del gasto de 26.0 % frente a un crecimiento de los ingresos de 12.4 %. El servicio de la deuda pública en el 2022 continuó absorbiendo más de la cuarta parte del presupuesto y los niveles de gastos de capital siguen siendo bajos.
Esto significa, según el también profesor e investigador, que el proceso inflacionario a impactado más la parte del gasto público que el de los ingresos, lo cual se manifiesta en los gastos en subsidios y asistencia social para contrarrestar los aumentos de precios de los combustibles y los alimentos.
Lo que se espera para el 2023
Malkun proyecta que en 2023 muchos sectores crecerán menos que en el 2022. La demanda y la inversión se contraerán y será difícil mantener la meta de un déficit de 3 %.
En tanto que, Suárez dice que para el 2023 las expectativas no perecen superar las de 2022 y los cambios necesarios para contribuir a la solución a los grandes problemas que enfrenta el país, en un año preelectoral y en un contexto de clientelismo político creciente "me parece que no serán relevantes".
Las remesas podrían reducirse por el aumento el desempleo en los Estados Unidos y Europa, enfatiza Malkun. Sin embargo, cree que es muy posible que la inversión extranjera continúe en aumento, igual que el turismo y las zonas francas. Prevé que el crecimiento para el 2023 estaría entre 4 % y 4.5 %, casi triplicando el proyectado para América Latina y el Caribe de 1.3 % y superando el de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), incluyendo China.
El presidente del Colegio de Economistas, entiende que los fundamentos macrosómicos del país, han mostrando una fuerte solidez para enfrentar y minimizar los efectos adversos de una recesión que parece inevitable en el 2023.
Mas el profesor Suárez plantea que hay grandes retos en materia institucional, de gestión y desempeño de la administración pública, del reordenamiento y la responsabilidad fiscal, de educación, de la salud, de seguridad pública y mejoras en la producción que no encuentran eco en un liderazgo político y empresarial muy acostumbrados a una visión rentista y de acumulación originaria del Estado y el Gobierno, con poca paranoia constructiva y muy conforme "con nuestra condición de ser la tortuga más rápida".
Termina el 2022
A pesar del buen ritmo de crecimiento, las calificaciones de riesgo positivas en el 2022 y los logros reclamados por el Gobierno en diferentes áreas, el país cerrará con muchas de las limitaciones institucionales, deudas sociales acumuladas y carencias sociales existenciales de amplios grupos de la sociedad que por décadas nos han aquejado. Es el planteamiento de Suárez.
Estas deudas son la pobreza y la desigualdad, baja calidad de los servicios públicos, sobre todo de salud y educación; agua potable y saneamiento, seguridad ciudadana y ordenamiento urbano entre otros.
Ni tan bien como dice el Gobierno, ni tan mal como diría la oposición.