El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este viernes con una bajada del 0.50 %, hasta US$ 82.21 el barril -rompiendo así su racha de cinco semanas consecutivas de ganancias- pese a la reciente caída de inventarios y los favorables datos de inflación.

Al término de la jornada en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto restaron US$ 0.41 con respecto al cierre de la sesión anterior.

El incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos se redujo en tres décimas hasta el 3 % en junio, el dato de inflación de los doce meses más bajo desde abril de 2021, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Esto, unido a la caída de los inventarios en 3.4 millones de barriles la semana pasada, da esperanzas a los inversores de que se produzca un repunte de la demanda de energía y de que la Reserva Federal (Fed) lleve a cabo recortes en los tipos de interés en septiembre.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé un crecimiento de la demanda de 2.2 millones de barriles diarios para este año.

Sin embargo, la Administración de Información Energética (AIE) difiere con la alianza y pronostica que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se situará en una media ligeramente inferior al millón de barriles diarios en 2024.

Según los analistas, los datos económicos contradictorios de China plantean dudas sobre el crecimiento de la demanda de petróleo en el gigante asiático.

Por otra parte, los operadores tienen los ojos puestos en lo que será una temporada de huracanes activos este verano, inaugurada por el huracán Beryl, que no dejó grandes daños en las infraestructuras de refino de la Costa del Golfo.

En otros mercados, los contratos de gas natural para entrega en agosto subieron a US$ 2.33 por mil pies cúbicos, y los contratos de gasolina con vencimiento el mismo mes bajaron a US$ 2.51 el galón.

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