El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una subida del 1,89 %, hasta los 106,25 dólares el barril en un momento en el que la oferta del oro negro es limitada, pero, a la vez, hay un temor a que una posible desaceleración de la actividad económica provoque una caída de la demanda en el mercado energético.
A las 09.02 hora local de Nueva York (13.02 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 1,98 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
"El mercado del petróleo se está volviendo meno seguro dado el aumento de los temores de recesión; sin embargo, las sanciones que impiden que los barriles de petróleo de Rusia lleguen a las manos de las empresas energéticas occidentales siguen teniendo una notable influencia alcista en los precios", explica el presidente del grupo Sevens Report, Tom Essaye, en una nota.
El pasado miércoles, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., Jerome Powell, adelantó que el organismo mantendrá su política de subidas de los tipos de interés aun a riesgo de que el país entre en una recesión, un escenario que no descartó.
En una comparecencia ante un comité del Senado de EE.UU., Powell aseguró que un "aterrizaje suave" de la economía sigue siendo el objetivo de la Fed (es decir, una bajada de la inflación que afecte en lo mínimo la actividad económica), pero admitió que este escenario es cada vez "más difícil".
Asimismo, ayer, Powell admitió que el organismo que lidera estimó erróneamente el riesgo de una inflación elevada.
Por su parte, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) se reunirán el 30 de junio y se espera que mantengan un plan anterior para acelerar levemente los aumentos en la producción de petróleo en julio y agosto, en lugar de proporcionar más petróleo.