El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este martes con una bajada del 1,95 %, hasta 89,35 dólares el barril, volviendo así a situarse por debajo de los 90 dólares, cuando los inversores están preocupados por la posibilidad de que la actual coyuntura económica desemboque en una recesión global y afecte a la demanda del oro negro.

Al finalizar las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en noviembre perdieron 1,78 dólares con respecto al cierre anterior.

Esta es la segunda sesión consecutiva que el precio del crudo estadounidense cierra con pérdidas, lo que contrasta con las fuertes subidas de la semana pasada.

Los precios se debilitaron con los temores de una recesión que "se disparan", dijo Phil Flynn, analista senior de mercado de The Price Futures Group, al medio especializado Market Watch.

Según el experto, también ha afectado al precio del petróleo las preocupaciones sobre la demanda de energía por parte de China debido al aumento de casos de la covid-19.

Además, este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que predice que el crecimiento global se desacelerará a 2,7 % el próximo año, 0,2 puntos porcentuales menos que su pronóstico de julio, y anticipa que 2023 se sentirá como una recesión para millones de personas en todo el mundo.

"El invierno de 2022 será complicado para Europa, pero el de 2023 probablemente será peor", dijo el informe, haciéndose eco de las advertencias de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y muchos directores ejecutivos globales.

Los contratos de futuros de gas natural para noviembre sumaron 16 centavos de dólar, hasta 6,59 dólares, y los de gasolina con vencimiento el mismo mes perdieron menos de 1 centavo, hasta los 2,62 dólares el galón.