El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con una bajada del 0,82 %, hasta 75,78 dólares el barril, que se suma a la caída del 3,12 % que el oro negro sufrió el miércoles.
A las 9.00 hora local (14.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en marzo perdían 0,63 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
Tom Essaye, en el reporte de este jueves de The Sevens Report, señala que la bajada se debe a un "informe bajista" (en referencia a los precios) de la Administración de Información de Energía (EIA).
El miércoles, la EIA informó que los inventarios de crudo de EE.UU. aumentaron en 4,1 millones de barriles durante la semana que finalizó el 27 de enero.
Esta es la sexta semana consecutiva de aumentos en los inventarios de la EIA.
Essaye explica que en enero el mercado del petróleo se animó con la idea de "un aterrizaje suave en EE. UU., la esperanza de que la UE evite una recesión este año y las crecientes expectativas de demanda dado el proceso de reapertura de China".
"Todo mientras la perspectiva de la producción mundial se mantiene estable en gran medida, algo que se reiteró ayer en la reunión de la OPEP+", añadió.
El miércoles, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, liderados por Rusia, decidieron mantener sin cambio su ritmo de producción fijado en octubre pasado para todo 2023.
En una reunión celebrada el 5 de octubre de 2022, la OPEP+ redujo la producción conjunta en 2 millones de barriles diario (mbd) hasta un total de 41,85 mbd, un nivel que mantendrá a lo largo de 2023, con el objetivo de estabilizar los precios del crudo.
Por su parte, el banco central de Estados Unidos moderó aún más sus aumentos de tasas de interés, con una subida de un cuarto de punto porcentual, tal y como habían pronosticado los expertos.
La Fed elevó las tasas de interés siete veces el año pasado en un intento de desacelerar el crecimiento económico para reducir la inflación.