El precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 0,46 % y se situó en los 70,36 dólares el barril.
A las 09.00 hora local (13.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio ganaban 0,32 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
La pasada semana, el precio del crudo de referencia en Estados Unidos se dejó un 1,72 % y se quedó al borde de perder nuevamente el nivel psicológico de los 70 dólares.
Los analistas consideran que la horquilla entre 67 y 83 dólares puede considerarse normal en el corto plazo, sin razones para el alarmismo, pero lo cierto es que el barril de Texas lleva ya varias semanas mucho más cerca de la parte baja de la horquilla.
La cotización del oro negro se ha visto afectada por toda una serie de factores, entre ellos, un inesperado aumento de las reservas de petróleo estadounidenses, un dólar al alza con respecto a otras divisas -lo que encarece el producto para muchos compradores- y la sombra de una posible suspensión de pagos en Estados Unidos por la negativa de legisladores republicanos a aprobar una subida del techo de deuda.
También se han hecho notar unos datos de empleo peores de lo esperado en Estados Unidos y unas malas cifras de la economía china, que hacen temer a los inversores sobre el futuro de la demanda energética, sobre todo si como se teme las subidas de los tipos de interés terminan por causar una recesión.
Hoy se conocieron las nuevas previsiones de crecimiento para la Eurozona, que se sitúan ahora en 1,1 % para 2023 y en 1,6 % para 2024, en ambos casos mejores de lo esperado, lo que también podría influir en un precio al alza del petróleo.