El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una leve subida del 0,26 %, hasta los 85,32 dólares el barril, pero en camino de cerrar el global semanal con pérdidas, por las renovadas preocupaciones por la caída de la demanda internacional.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 0,22 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El petróleo de referencia estadounidense amaneció hoy al alza tras el batacazo sufrido ayer -cuando cayó un 3,8 %-, pero todavía lejos de los 86,79 dólares el barril con los que cerró la pasada semana.
El oro negro se vio afectado la víspera por los temores a una huelga de trenes de mercancías que se han apaciguado tras el anuncio de la Casa Blanca de un acuerdo tentativo.
A esto se suman los factores bajistas sobre una posible una recesión y la perspectiva de que la Reserva Federal estadounidense continúe su política agresiva de subida de tipos de interés para atajar la inflación.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó el martes ligeramente a la baja sus previsiones sobre la demanda global de petróleo para este año, en concreto 110.000 barriles diarios menos que hace un mes.
Sus expertos calculan que en 2022 el consumo medio será de 100,1 millones de barriles diarios, 4,8 millones más que el pasado año. En 2023, el incremento será de 1,7 millones de barriles diarios hasta 101,8.
Sin embargo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aseguró que la demanda mundial de petróleo en 2022 y 2023 será más fuerte de lo previsto debido a que a las principales economías les está yendo mejor de lo esperado a pesar de desafíos como el aumento de la inflación.