El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con una bajada del 1,65 %, hasta los 75,66 dólares el barril, tras el batacazo de la víspera y de nuevo arrugado por los temores a una posible desaceleración de la economía y por la subida del precio del dólar.
A las 9.00 hora local de Nueva York (14.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en enero ganaban 1,65 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
El precio del petróleo de referencia estadounidense vivió ayer una jornada de vértigo, subiendo en la apertura un 2,71 % o 2,17 dólares, para acabar la jornada cayendo un 3,8 % o 3,05 dólares.
Según los analistas, la entrada en vigor del veto a las importaciones de petróleo ruso transportadas por barco a la UE y la prohibición de transportar el crudo de Moscú vendido a terceros países a un precio superior a 60 dólares por barril, medidas acordadas por las potencias del G7 y que entraron en vigor ayer, hizo subir los precios en un primer momento.
Sin embargo, las informaciones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) estadounidense continúe subiendo los tipos de interés, actualmente en la horquilla del 3,75 5 y el 4 %, hasta el 5 % o más allá en 2023, desató de nuevo los temores a una recesión y, por consiguiente, a una debilitación de la demanda.
En su informe de hoy, el analista Tom Essayé responsabiliza a un artículo del diario The Wall Street Journal, donde se aborda esta cuestión de los tipos, de este cambio brusco de tendencia así como los últimos datos sobre el sector servicios en Estados Unidos.